Noche de difuntos 22m1h

Estos das todo gira alrededor de la muerte, y nadie mejor que el Atltico para representar el papel de cadver. Si es que es un papel, que sa es otra. Fue la rojiblanca una noche de difuntos por adelantado, incapaz el equipo de ganar al Qarabag, incapaz de ganar a casi nadie, incapaz de trenzar algo parecido al ftbol ms all de que Gabi vaya a morir matando. Superado el minuto 95 la tuvo Gaitn para ganar el partido, pero Sehic sac la ensima y el Metropolitano se resign a su suerte, triste suerte. Cosa de brujas, oiga. La Champions ya es humo, digan las matemticas lo que digan: el equipo de Simeone no se meter entre los 16 mejores del continente por primera vez en cinco aos, y quizs haya ahora quien aprecie lo que se vena haciendo. Nada es eterno.

Y hablando de los estragos que hace el tiempo, atendamos al hecho de que una relacin que se rompe duele, pero, tambin al de que, al menos mientras haya recuerdos recientes, quedar de vez en cuando con la que fuera tu pareja no parece la mejor manera de enfocar un futuro sin ella. El consultorio sentimental se cobra aparte, as que, aunque no lo parezca, aqu se sigue atendiendo al ftbol: el Atltico y el Caldern se haban reencontrado el lunes a iniciativa del primero y con la aquiescencia del segundo, a ver qu remedio le queda. Fueron unas horas apenas, pero rescataron sentimientos que poco bien hacen a da de hoy: porque el futuro ser en el Metropolitano o no ser. Y de momento no es. Ni es futuro, ni es presente.

En realidad el Qarabag fue mejor equipo que el Atltico durante buena parte de la noche. As de sencillo. Para cuando lleg el gol de Mchel ya discuta la pelota sin problema alguno. De hecho la manejaba con ms habilidad que el rival, favorecido sin duda por el hecho de que ste no considerara conveniente presin alguna. La que fuera en su momento tropa de asalto ha derivado de un tiempo a esta parte en grupo de paseantes: a casi todas llegan tarde, a casi todas llegan mal.

As que Almeida se adueaba del mediocampo, tal y como haba sucedido en Baku. As que Pedro Henrique era una tortura por el carril, tal y como haba sucedido en Baku. As que Mchel se converta en el socio de todos, tal y como haba sucedido en Baku. As que Sehic se mostraba seguro bajo palos cuando resultaba menester, tal y como haba sucedido en Baku. Dos semanas despus nada haba cambiado, con la diana visitante como excepcin que confirma la regla: marcarla fue cuestin de tirar un crner y rematarlo de cabeza. El sbado lo tir Trigueros y lo remat Bacca. El martes lo tir Guerrier y lo remat Mchel. Maana mismo pueden probar suerte ustedes, que la zaga rojiblanca est para eso y para ms.

En el catlogo de males conviene atender tambin a la absoluta incapacidad general para filtrar un pase entre lneas. Una vez ms, la ausencia de Koke ha resultado absolutamente letal para el equipo: siempre se nota si no est, aunque a veces no se note que est. La de las lesiones es otra: si el edema del 6 va por los cinco partidos, de Carrasco nada hemos sabido desde que, precisamente en Azerbaiyn, tuvo a bien retirarse andando horas antes de que se le justificara con unas molestias. Cualquier da de stos reaparece.

El segundo acto era ya de truco o trato, porque tampoco de Roma llegaban buenas nuevas. Que al Atltico no hay quien lo entienda volvi a demostrarlo Thomas, que clav el empate desde lejos justo cuando aparentaba un de pnico traducido en balones fciles perdidos. Simeone le premi con el cambio, pero para cuando el ghans sali del campo el Qarabag ya andaba con uno menos: Pedro Henrique, que haba hecho lo mejor de la noche, hizo tambin lo peor clavando los tacos en la cara de Godn. El resto, media hora larga, fue un toque a rebato de Gabi y un dispara t, que a m me da la risa. 35 remates para el gol ya relatado. El Metropolitano suena a rquiem y, aunque siempre haya que creer, ahora slo se puede creer en un milagro. Por todos los santos, Atltico.