La placa como espejo 221h51
domingo, 12 agosto 2018, 22:48
La pregunta que nos ocupa: de verdad tenemos claro lo que hara Miranda si el prximo verano le llega una gran oferta del Real Madrid?
El central brasileo reciba el sbado en el Wanda Metropolitano un doble homenaje en forma de reconocimiento popular y obsequio conmemorativo del club, calcando prcticamente el ritual vivido por Courtois ni un ao hace, cuando a su vez acudi al nuevo estadio rojiblanco como portero del Chelsea. Mientras Joao se daba un bao de cario, paradjicamente, dos efectivos de la seguridad privada contratada por el Atltico custodiaban la placa de Thibaut para evitar un bao de pintura... o de cualquier cosa que alcance nuestra imaginacin. Es un suponer, claro, pero supongan por un momento: si Miranda vistiera la blanca algn da... estaramos en las mismas?
No se trata aqu, faltara ms, de negar razones para la indignacin de la hinchada cuando un jugador que visti la rojiblanca acaba en el mximo rival... al que por cierto en su momento lleg a insultar sin que nadie le invitara a ello, y del que curiosamente no ha salido reproche alguno en ese sentido. Tampoco se trata de dar por bueno el criterio del club (100 partidos oficiales) para construir su particular Paseo de las Leyendas, con el que en trminos de ftbol moderno bastan poco ms de dos temporadas con cierta continuidad para hacerse hueco y al que, para empezar, podra matizarse que nadie sea o deje de ser hasta que concluya su carrera deportiva. No, esto va de otra cosa. De educacin, con perdn. De no hacer el cafre, por expresarlo de forma ms evidente. De no rer las gracias al que lo haga, por ampliar el espectro.
Porque lo peor no es que se daen o ensucien una o varias placas, la seguridad no puede estar ah para siempre, sino la imagen de la aficin del Atltico que esos hechos trasladan en una sociedad acostumbrada a tomar la parte por el todo. Con el visto bueno de los medios, todo hay que decirlo, para los que cualquier atentado contra el civismo vende ms que mil ramos de flores que se depositen sobre las que no sufren la ira popular. A ningn hincha del Metropolitano puede (y nos atreveramos a escribir que debe) apetecerle que uno de los suyos juegue en el Real Madrid, pero eso no puede (ni debe) evitar que forme parte de la historia rojiblanca. En el caso concreto de Courtois, esa historia se traduce en una Liga. Y en una Copa. Y en una Europa League. Y en una Supercopa continental. Y en dos Zamoras. Y en tres campaas que hubieran sido como mnimo cuatro de no mediar aquella semifinal cainita. Todo eso forma parte del palmars rojiblanco. No se puede manchar. No se puede renegar de ello. Porque, adems, quin pone el lmite? Se saca de ah a quin se haya ido al Real Madrid? Entonces Arda se salva, porque se fue a otro lado. Entonces Agero se salva, porque quiso irse pero no pudo. Se somete a votacin popular cada inclusin? Alguien se atreve a concretar el porcentaje afirmativo que valdra como visto bueno?
Es tan sencillo como tirar de urbanidad. Obvia la presencia de aquello que te moleste. Atiende a tus dolos, porque tienes una amplia galera de ellos. Vive y deja vivir. No dejes, en fin, que la placa se convierta en espejo que devuelve una triste imagen.