Atltico: llamemos a las cosas por su nombre 4o4e12
lunes, 11 febrero 2019, 12:22
El Atltico se dej la Copa en enero, se est dejando la Liga en febrero y podra -subrayemos mil veces el condicional- dejarse la Champions en marzo. Eso, llegado el caso, marcara un final de campaa con el nico aliciente de asegurar plaza en la prxima edicin de la mxima competicin continental. No es poco, pero no es suficiente.
Pase lo que pase hasta mayo, despus de lo que ya ha pasado se imponen dos teoras para explicar la temporada rojiblanca: la primera pasa por una planificacin deportiva deficiente y por una preparacin fsica desastrosa; la segunda, por una planificacin deportiva desastrosa y por una preparacin fsica deficiente.
As que llamemos a las cosas por su nombre. O por sus nombres.
Si nos diera por asegurar que Andrea Berta es mudo, los aficionados del Atltico no tendran una sola prueba con que refutar la teora. Lleva en el club de forma oficiosa desde 2010 (como mnimo) y de forma oficial desde 2013 (como director deportivo desde 2015), pero jams se ha escuchado su voz. Ni una sola comparecencia, ni una sola entrevista. Sabemos que habla, en fin (algn acta arbitral ha dejado constancia de las lindezas con que se despacha tras los partidos), pero a estas alturas ya no esperamos explicacin alguna. Y estara bien que alguien explicara si con Gelson se han equivocado ahora o se equivocaron cuando le trajeron en verano; si es normal buscar un sustituto para el punta (Morata) apenas unos meses despus de buscar un sustituto para el punta (Kalinic); si el precio de Lemar (72 millones por el 70% llevan a una cifra superior a los 100) tiene justificacin deportiva o si apenas se trataba de dar otro argumento a Griezmann para que optara por quedarse... si, en fin, resulta lgico que una plantilla llamada a luchar por tres competiciones fuera a la vez la que menos efectivos tena.
Coreada por los ultras en el que debe ser caso nico en el ftbol mundial atendiendo al puesto que ocupa, la figura de scar Ortega resulta curiosa desde el momento en que cualquier aproximacin periodstica encuentra inmediatamente resistencia... periodstica. Servido ir por compaeros de profesin aqul al que se le ocurra dudar, siquiera sea por un momento, de los mtodos del Profe. As, ms de 30 percances musculares (insistamos: en una plantilla de 20) se explican desde la mala suerte. O desde el Mundial, aunque Antoine lo jugara hasta el final y no est entre los que cae, aunque Vitolo no lo jugara y est entre los que ms cae. O desde el csped del Metropolitano, aunque los jugadores del Atltico sigan cayendo despus de cambiarlo, aunque los jugadores del Rayo Majadahonda (que tambin lo usaban entonces) no cayeran antes de cambiarlo. O, incluso, desde misteriosas lesiones congnitas de los futbolistas. Desde donde sea. Por si alguien siguiera comprando el catlogo de excusas, o pensara al menos que es flor de una temporada, nos permitimos recordar aqu que sin ser tan graves ya hubo situaciones parecidas la pasada (13 disponibles para ms de un partido) o que dos futbolistas no pudieron con la prrroga en la final de la Champions de 2016... a pesar de que hubo dos semanas completas para prepararla. A todo esto, el equipo rojiblanco ha perdido los dos ltimos partidos contra rivales que llegaban con mucho menos descanso, por aquello de la Copa, pero que en todo caso no fueron (o no parecieron) inferiores por lo fsico.
As que la plantilla ms corta es tambin la ms golpeada. Las figuras de Berta y Ortega nos remiten necesariamente a Diego Pablo Simeone, en todo caso responsable desde el momento en que sigue trabajando con ambos sin, al menos que se sepa, alimentar sospecha alguna. El tcnico rojiblanco puede equivocarse en planteamientos o sustituciones, por supuesto, pero en cualquier caso lleva toda la campaa jugando como puede, que no como quiere. Precisamente los duelos ante Betis y Real Madrid dejan la impresin de que, con todos a su disposicin (esa quimera...), jams los hubiera disputado con un mediocampo tan liviano como aqul que incluye a Lemar y Correa.
Llegamos por fin a los jugadores. El argentino, ya mencionado, o Thomas son algunos ejemplos de la descapitalizacin que ha sufrido el Atltico en los ltimos cursos (se trata de futbolistas con virtudes, faltara ms, pero el fervor con que se les trata no tiene correspondencia con el rendimiento que ofrecen), pero cuestin distinta respecto del nivel que se ofrece es el mercadillo en que (con honrosas excepciones) se ha convertido el camerino: alineados tras el famoso contrato de Griezmann (al que casi todos dieron lecciones, el que a casi todos podra drselas ya), los hay que exigen renovaciones desde ofertas de terceros, los hay que dejan caer su descontento, los hay que precisamente porque piensan en irse ya se han ido, los hay que directamente firman con otro club aunque ese contrato no pueda hacerse pblico so pena de que la FIFA entre a cuchillo (lo de Lautaro, pero al revs)... demasiados casos como para que no encuentren reflejo.
Y eso nos lleva a la figura de Godn, materia absolutamente delicada. Primero, porque, efectivamente, estas lneas las escribe el periodista que se equivoc dando por renovacin hecha el acuerdo verbal que el propio uruguayo haba cerrado con el club (y que igualaba las cifras que tericamente estaba dispuesto a pagar el Manchester United), pero que luego no tom forma escrita. Segundo, porque lo que no va a cambiar es que Diego ha sido, es y ser leyenda del Atltico a partir de lo que se ha labrado en el campo. Tercero, porque precisamente por eso su capacidad de sugestin es tremenda, hasta el punto de que, teniendo mucho, se le ha querido conceder todo el mrito de aquel 'gol del cojo' ante el Athletic... aunque 60.000 almas contemplaran en vivo cmo se quitaba el brazalete para retirarse del campo tras caer lesionado y cmo era su entrenador el que lo mantena como improvisado delantero. Con independencia de lo primero, de lo segundo y de lo tercero, en todo caso, y con absoluto respeto por su figura, como capitn se ha mostrado incapaz de evitar situaciones que hicieran dao al grupo, las revisadas en el prrafo anterior, quizs precisamente porque esa fila la haba organizado l. En ese sentido, las figuras de Gabi o Torres se contemplan con nostalgia. Y s, ellos tambin buscaron una salida, pero lo hicieron en tiempo y forma.
Por supuesto, para que nadie se llame a equvoco despus del repaso anterior, los mximos responsables de la entidad para lo bueno y lo malo siguen siendo Miguel ngel Gil y Enrique Cerezo.
Hay que llamar a las cosas por sus nombres.
P.D.: Llamar a las cosas por su nombre tambin es apuntar que, jugndolos entre mal y peor, seguramente el Atltico no hubiera perdido los dos ltimos partidos de haber acertado los colegiados con sus decisiones... y sobre todo el VAR con sus revisiones. Lo ltimo, por muchos protocolos que nos cuenten y por muchos palmeros que tenga el sistema, se llama premeditacin. Y resulta curiossimo, a todo esto, que el derecho a la queja dependa de los colores que luzcas.
P.D. (2): El ftbol es tan hermoso que, por poder, el Atltico an podra ganar Liga y Champions, provocando de paso que el autor de este largo anlisis tuviera que imprimirlo... para comrselo.