Otra forma de entender la vida (y un buen momento para demostrarlo) 3h5o4o
viernes, 14 agosto 2020, 12:37
An andan por aqu, pero se van retirando ya, los que ven al Atltico cuatro o cinco veces por temporada para contar lo mal que juega a los que lo ven unas 50; los que lo convirtieron en lo que por eso mismo en ningn caso poda ser, favorito para la Champions, esperando a cobrarse la pieza que ya se han cobrado; los que descuelgan el telfono para quejarse de que no juega un futbolista que no ha hecho mritos para jugar; los oportunistas de todo tipo, en fin...
Se van retirando ya y a primera vista queda tierra quemada, las cosas como son, as que quiz convenga excavar. No vaya a ser que, contra la ensima teora del fin de ciclo, an haya races y, sobre todo, posibilidad de que stas crezcan.
Simeone es el culpable, una vez ms. Visto para sentencia sin posibilidad de apelacin. Entre las pruebas se encontraban otro podio liguero, un puesto entre los ocho mejores equipos de Europa y la certidumbre de que como apunta algn compaero el peldao ms bajo que pise el argentino an estar por encima del ms alto que pisaron muchos otros, pero quin necesita pruebas pudiendo atender a los indicios.
Uno que aqu sabemos reproducira por su inters artculos ya publicados sobre la descapitalizacin de una plantilla o sobre la desaparicin de una direccin deportiva, pero en todo caso hay dos maneras de saber, poniendo el foco en el futuro, si efectivamente El Cholo es un rcano que no extrae lo que debera extraer de estos jugadores o si, por el contrario, bastante lejos llega con lo que tiene. La primera, ponerlos en manos de otro. Llegar ese da, tranquila la infantera meditica, pero an no ha llegado. La segunda, mientras, atender a lo que consiguen casi todos esos futbolistas cuando se liberan del yugo: dinero hay casos que s, ttulos hay alguno que tambin, crecimiento personal prcticamente ninguno, mire usted...
Enseguida se apuntar hacia la pasta que ha costado eso que tiene El Cholo, pero tampoco perderemos demasiado tiempo ni lneas en lo que tantas veces se ha tratado de explicar a los que en ningn momento quisieron ni quieren entenderlo: todo lo que se gast se haba ingresado antes, de modo que la inversin ronda el cero. S, el cero.
Y Joao no es Griezmann an, por muy tarde que se acuesten los que lo rodean. Y Trippier no es Juanfran (ni lo ser). Y Lodi no es Filipe (aunque lo pueda ser). Y ni Morata es Costa ni, peor an, el propio Costa es Costa ya. Y Llorente vino para suplir a un mediocentro y ha terminado como delantero. Y Herrera. Y Saponjic. Del partido ante el Leipzig sale reforzado el que no lo jug, Thomas, al que se perdona inmediatamente un tramo final de campaa intolerable y cuya renovacin se implora ahora sin atender al hecho de que los sueldos que cobran los que ya estn estrechan el margen para que puedan venir los que no.
La crtica es necesaria. La autocrtica, imprescindible. Respecto a la primera esta columna se remite a la crnica del partido, aunque slo sea por pereza, pero se permite abundar en un detalle: como slo vala ganar, Vitolo debi jugar con empate igual que iba a jugar con derrota. Respecto a la segunda, entender la tropa vida de carroa que se haga de puertas para adentro. Sobre esas puertas, sobre relaciones personales y sobre los que han rodeado al entrenador tambin habra mucho que contar, pero quin somos nosotros para tildar como desleales a los que el propio mster asuma y que se sepa asume como suyos.
La vida sigue, en fin. Una amiga est embarazada (alegra), un amigo vio ayer el rayo verde (envidia) y el Atltico tampoco ganar este ao lo que por otra parte nunca ha ganado. Que no ande tan lejos de ganarlo, eso s, sigue teniendo nombre y apellido: Diego Pablo Simeone. De ah una certeza: ms vale el tipo del traje negro que ciento volando. Lo dems es farfolla.
La forma en que la entiende alguno, por otra parte, sirve para demostrar que, efectiva y afortunadamente, hay otras formas de entender esa vida. A los que buscan motivos permanentes para ofenderse les haba ofendido por lo visto el lema con el que se haba presentado en Lisboa el autocar del Atltico. No es nuevo, de hecho es el mismo que ha decorado el Metropolitano durante toda una temporada que ha durado todo un ao y el mismo que sirvi para el spot con el que se recibi la ya lejana Navidad, pero puede que les estalle la cabeza si se nos ocurre susurrrselo. A la espera del resultado que finalmente se produjo andaban sin motivo para poner el foco en la capital portuguesa y lo encontraron, mire usted, en un rtulo inocente. Pero hay otras formas de entender la vida... y la derrota es un gran momento para demostrarlo.