Messi y el espritu l5c3z
jueves, 9 mayo 2019, 02:16 5y165k
La conclusin parece evidente: Messi no basta en Europa. Su incomparable talento alcanza para dominar los torneos domsticos, una Liga que premia siempre al mejor del curso, al ms regular.
Pero el mejor futbolista del mundo no es suficiente para conquistar una Champions que asemeja un campo de minas donde slo llega hasta el final el ms competitivo, aquel que mejor minimiza sus errores y sabe rentabilizar sus aciertos.
En 2013 un 7-0 global del Bayern, en 2017 un 3-0 de la Juventus, en 2018 un 3-0 de la Roma y el martes un 4-0 en Liverpool. Son demasiados naufragios estrepitosos los que acumula el club azulgrana en la mxima competicin continental durante las ltimas seis temporadas como para no establecer un patrn de conducta y una conclusin: este Bara no tropieza, se despea. Ms all de la solucin Messi, no encuentra remedios para camuflar la mayor de sus carencias, que no es tanto una dependencia mayscula (y lgica) de Leo como una patente falta de espritu ante la adversidad. Cuando las cosas se tuercen, y en la Champions siempre llega un momento en que las cosas se tuercen, o aparece Messi o no aparece nadie. El 10 surge a partir de la genialidad de su ftbol, pero desde la retirada de Puyol nadie aparece en los momentos de zozobra para tirar de personalidad y rescatar al equipo. El Bara te gana a base de ftbol o no te gana, porque si la pelea se dirime en los terrenos del carcter y la intensidad a menudo acaba cediendo.
Que el equipo estuviera avisado despus de los precedentes de estos dos ltimos aos y que el Liverpool compareciera sin tres estandartes como Salah, Firmino y Keita acenta la responsabilidad de Valverde. El tcnico se mostr incapaz de mentalizar a los suyos, superados por la liturgia de Anfield. Atron el You´ll never walk alone y los azulgrana empezaron a temblar, intimidados tanto por la atmsfera de las gradas como por la intensidad con la que los espartanos de Jurgen Klopp acudan a ras de hierba a cada baln dividido. Slo Arturo Vidal se mostraba dispuesto a ir a la guerra. En el resto, miradas de soslayo a Messi y a esperar que una genialidad suya les sacara del atolladero.
Piqu y Busquets son dos futbolistas excepcionales, pero no son lderes. Surez es un delantero letal, todo carcter, pero esos cuatro aos sin marcar un gol fuera del Camp Nou en partido europeo empiezan a pesarle como una losa. Coutinho y carcter son dos palabras antagnicas. Ter Stegen no siempre va a salvar al equipo. Al final, lo de siempre: Messi o el abismo. Un abismo que se acerca lenta pero inexorablemente porque el argentino cumple 32 aos el prximo mes y aunque tiene cuerda para rato no va a ser eterno. La sensacin de que el Barcelona est desperdiciando sus mejores aos para recortar distancias con el Madrid en el palmars europeo se extiende, como crece por el Camp Nou el sentimiento de frustracin europea. Ms all de la renuncia paulatina a un estilo de juego, el Barcelona comprueba que, adems del mejor futbolista del planeta, necesita a su lado a otro talento con personalidad. Al indiscutible lder futbolstico debe sumarle un lder espiritual. O corre el peligro de que sigan repitindose noches como las de Liverpool o Roma.