Zidane y la rotacin inflexible 6n3n5j
viernes, 28 febrero 2020, 08:42 f5q1w
Kroos no jug un minuto ante el City y el Madrid sum una nueva derrota. Zidane cambia demasiado y tanta variacin no ayuda a estabilizar un equipo tipo.
No fue la primera vez ni ser la ltima. La sorprendente decisin de Zidane de no alinear a Kroos en el partido ms importante produjo extraeza en los despachos del club, donde tampoco se entendi que el tcnico no recurriera al arquitecto alemn cuando se adelantaron al City y con media hora por delante pareca la opcin ms lgica para blindarse en el centro y asegurar la posesin, su gran especialidad. Kroos, hasta ayer presente en todas las citas sealadas, tampoco sali cuando Vincius, Modric o Isco fueron sustituidos. Tras el partido Zidane reconoci con naturalidad que su ausencia fue "una decisin tcnica". Cuesta pensar que hubiera decidido reservarlo para el Clsico del domingo cuando por su perfil encajaba como un guante en el tipo de encuentro que caba esperar frente al conjunto de Guardiola.
Otra decisin tcnica, la de no convocar al joven Rodrygo ms que en uno de los seis ltimos partidos, provoca perplejidad en el seno del Madrid, donde no encuentran explicacin al repentino olvido en el que ha cado el segundo mximo goleador del equipo (7 tantos, como Ramos) mientras en paralelo atraviesan una crisis de resultados provocada entre otras cosas por su escasez realizadora.
UN PLAN PRECONCEBIDO... Y RGIDO
Cruzado ya el ecuador de la temporada cunde la impresin de que Zidane maneja un plan preconcebido para gestionar y istrar el reparto de minutos y oportunidades de una plantilla con ms jugadores de los que l hubiera deseado, especialmente en las posiciones de ataque. Esa calculada e indescifrable gestin de los recursos perseguira mantener a todos los futbolistas implicados, pero especialmente a algunos veteranos cuyo peso en el vestuario es mayor que el de los jvenes meritorios. Esto es algo que sucede en el Real Madrid, en el Barcelona, en el Atltico y en todos los equipos grandes, y es comprensible e incluso disculpable porque gestionar un vestuario de estrellas no es tarea sencilla.
El problema surge cuando ese plan preconcebido no es lo suficientemente flexible y parece ajeno a los mritos de los jugadores en el da a da, a sus altibajos de rendimiento y al discurrir de los diferentes torneos. Cuando a Vincius no le basta con ser el delantero ms en forma pese a sus fallos en la definicin para garantizarle la presencia en el siguiente partido. O que la apuesta para el puesto de '9', Jovic, no pueda disfrutar de dos titularidades seguidas porque hay que darle la ensima oportunidad a un Bale que la mayor sensacin de peligro que provoca son las palabras de su agente amenazando con cumplir los dos aos de contrato que le quedan. O que Marcelo deba jugar estando fuera de forma aunque signifique tirar la Copa por las facilidades que concede ante la Real Sociedad.