Una más que polémica decisión dividida en un combate frente a Teófimo López privó a Sandor Martín de la oportunidad de disputar el título mundial del superligero a corto plazo, si bien el barcelonés salió como ganador moral del choque contra la estrella estadounidense. El púgil español no ha salido mal parado en la listas de la Organización Munidal de Boxeo (WBO) ni del Consejo Mundial de Boxeo (WBC), pues en la del primero ha subido al sexto puesto y en la del segundo está en la quinta plaza y mejorará en la próxima revisión. De hecho, José Ramírez ha renunciado a ir contra el campeón del WBC, Regis Prograis, por lo que nuevas puertas se podrían abrir.
Estaba claro que ir a pelear al Madison Square Garden conllevaba sus riesgos, pero desde luego existió una disparidad en los jueces bastante extraña y una demora en la decisión demasiado sospechosa. Más aún, cuando se vio a un Teófimo López que se fue apagando según transcurría el combate y al que Martín había mandado a la lona en el segundo asalto.
No sólo eso, sino que además Sandor logró eludir los golpes directos a su nariz durante toda la pelea, pues su oponente le había causado una herida y desviado el tabique nasal de un cabezazo en el primer asalto, y de ir a más podría haber supuesto el final prematuro de la contienda. De ahí, que tampoco pudiera arriesgar en cada acción.
En cualquier caso, Arrasandor asegura que no todo ha sido malo tras este contratiempo: "Todo lo que ha venido después del combate ha sido positivo", comentaba a EFE. Independientemente de la sentencia de los jueces, el boxeador español ya se ha llevado por delante, y en casa ajena, a dos grandes estrellas estadounideneses como Mikey García y Teófimo López. Sin apoyos económico en España para una gran velada, Sandor pretende regresar en 2023 a Estados Unidos, aunque lo primero será afrontar "un combate para volver a poner el récord en positivo".
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