LaVuelta llega a una de sus jornadas reinas: al Tourmalet. Es el puerto por excelencia en el mundo del ciclismo, uno de los que más glamour tiene. La de este viernes será una jornada corta, de 135 kilómetros, pero muy especial para la ronda española, que llega por primera vez al coloso galo.
El Tour de Francia ha terminado tres veces en esa cima, que en otras ocasiones ha sido de paso.Serán menos de cuatro horas de etapa, pero se pasarán por varios puertos clásicos. Los ciclistas subirán 4.020 km de desnivel positivo y a tres colosos que hacen de la etapa un calco de las más duras etapas de la 'Grande Boucle'.
Dos de esos tres puertos, dos son de categoría Especial. Además del Tourmalet (18,9 km al 7,4% y pendiente máxima al 13%) el también legendario Aubisque (16,5 km al 7,1% y máxima al 13%); el tercero, el segundo en el recorrido, es de Primera, el Spandelles (10,3 km al 8,3% y máxima al 15%).
Como aditivo, y al ser el anterior al de la meta, el Spandelles será el puerto bonificado de la etapa y repartirá tres premios de 6, 4 y 2 segundos. De todos modos, no se queda en esos colosos la jornada pirenaica por tierras sas, ya que como aperitivo la organización ha colocado de inicio de la jornada 4,4 km al 5,4 % de subida al Col de Portalet (3ª), en la frontera entre España y Francia, antes de un largo descenso de casi 30 km para acercar a los corredores a las faldas del Aubisque.
También muy larga es la bajada hacia Spandells, unos 23 km con una pequeña subida a poco de comenzar el descenso, y algo menos la que enfila hacia el Tourmalet, de unos 15 km y ya con el sprint especial de Pierrefitte Nestalas justo cuando la carrera empieza a picar de nuevo hacia arriba para ir acercándose -siempre subiendo- al Tourmalet.
Un cara a cara entre gallos
Después de varios días de 'fiesta' entre los generales, este viernes tendrán que verse las caras de verdad. "Subir el Aubisque y el Tourmalet con el maillot de lunares es un honor y una responsabilidad. Va a ser difícil mantenerlo. Si las fuerzas acompañan, intentaremos estar en la fuga para defenderlo, pero va a ser difícil", dijo el vencedor en la Laguna Negra, Jesús Herrada.
Los favoritos son los que más claro tienen que tendrán que moverse."Mañana van a pasar muchas cosas. Veremos muchos corredores intentando atacar, muchos en dificultades, muchos defendiendo... Será un poco de todo. Estoy muy ilusionado de correr por primera vez en los Pirineos, va a ser algo nuevo para mí. Tengo muchas ganas y ojalá acabe bien para nosotros", dijo en Zaragoza Remco Evenepoel, el defensor del título de la Vuelta y campeón del mundo contrarreloj. "Veremos qué pasa en la etapa del viernes cuando lleguemos al Tourmalet. Esta etapa será crucial", añadió Vingegaard.
"Da igual con quien gane el equipo, conmigo, con Roglic o con Vingegaard. Ahora el líder soy yo y veremos hasta dónde puedo llegar en el objetivo de ganar la Vuelta, pero tengo confianza y lo intentaré. Roglic tiene más experiencia que yo en ganar vueltas, y para mi cada paso que doy es una experiencia diferente. Para este viernes ya veremos cómo jugamos nuestras bazas. Podemos correr de manera defensiva y esperar los ataque de los rivales que tienen que restar tiempo, pero aún lo tenemos que hablar", explicó el líder Kuss. No lo ve definitivo: "Para mí, los puertos decisivos de esta Vuelta podrían ser el Angliru o la Cruz de Linares".
A los españoles, Ayuso y Mas, les toca moverse aunque Juan tiene también la baza de soler en su equipo. De cara a la pelea por la general, el de Javea considera que "no va a ser fácil quitar a Kuss de ahí", del liderato, y cree que "hasta la crono de Valladolid la carrera era una y desde el Tourmalet será otra".
A esa cita trascendental de LaVuelta llega líder Kuss con 26 segundos de ventaja sobre Soler, 1.09 sobre Evenepoel, 1.32 sobre Roglic -hoy bonificó cuatro segundos en el sprint intermedio- y 2.02 sobre el joven y sorprendente Lenny Martínez, que completa el Top 5 de la general. Este viernes, caretas fuera.
