El Valle de Aosta apuntaba a ser el escenario de la gran batalla. Todo estaba listo con un perfil de etapa que dolía. Un infierno. Dureza descomunal con 5000 metros de desnivel repartidos en 166 kilómetros. El día obligaba a superar tres primera como Col Tzecore (16 km al 7,7%), el Col Saint-Pantaléon (16,5 km al 7,2%) y el Col de Joux (15,1 km al 6,9%) y, se cerraba, con destrozo final en Antagnod (9,5 km al 4,5%). Ni un Valle. Todo subir y bajar.
Había que demostrar quién quería este Giro. Pero hubo poco coraje y menos piernas de las esperadas. Sólo desgaste y todo fiado al epílogo final con los dos primeros muy apretados. Una situación calcada a lo que vivió el propio Carapaz en la Marmolada 2022 o Roglic con Thomas en Lussari. Sin Pogacar parece el sino de esta carrera. Round final para jugarse el todo por el todo.
En Col de Joux, Majka y McNulty resistían con Del Toro, que andaba muy fácil, ante un Carapaz solo en el momento clave. El ecuatoriano se agarraba a rueda de un Pellizzari que jugaba por la etapa, pero quedó en tierra de nadie. A un kilómetro de coronar, el ecuatoriano intentó aislar al Torito, pero todo quedó en una prueba tras salir Yates a su rueda.
Tras el aviso, Richard demarró a dos de coronar Antagnod. Del Toro cerró y resistió con solvencia. Imposible soltar al Torito que parece que ya pasó su mal día en San Valentino. Yates no pasaba a tirar por detrás para desesperación de Gee que quiso recortar.
Del Toro superó en la volata a Carapaz (cuatro veces ha hecho segundo el mexicano) y le picó dos segundos a su rival. Primero había entrado Prodhomme que venía de la fuga.
Pundonor Prodhomme
En la partenza de Biella todo eran buenas intenciones y estrategias. Movistar quería jugar la baza de Nairo “en su terreno” y varios equipos sacaron los rodillos para llegar a punto a una salida que picaba de inicio. Como en casi todo el Giro, no se supo nada del colombiano. Intrascendente.
Se seleccionó la fuga embrionaria de 34 corredores y ahí estaba Verona. Brillante Giro del ciclista de El Escorial que está cerrando la gran vuelta de su vida. Pello trabajó para que Tiberi peleara la etapa y Prodhomme andaba por allí y les apretó la clavija.
El galo, que venía de ganar en el Tour de los Alpes, los dejó a siete de coronar Col de Joux, aprovechó las dudas por detrás para firmar el recital de su vida y lograr el primer triunfo de su carrera en una grande.
Mañana último baile en Colle delle Finestre. El escenario donde, en 2018, Chris Froome acometió su histórico ataque a 80 kilómetros de meta ante el que Simon Yates colapsó para perder 38 minutos en meta y perder un Giro que tenía en el bolsillo. Esperan 205 kilómetros y otros 4500 metros de desnivel. Mañana se decide el Giro.
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