El estadounidense Sepp Kuss, líder de la Vuelta y segundo clasificado en el Tourmalet tras su compañero Jonas Vinegegaard, sigue de dulce. Aseguró tras la jornada que "etapas como la de este viernes y la crono de Valladolid demuestran que puedo ganar La Roja" en Madrid.
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Se siente motivado. No sufrió ante los ataques de rivales como Enric Mas. "Esta vez tenía buenas piernas y sabía que podía atacar en cualquier momento. Eso me ha dado confianza. Veremos qué pasa mañana y en Asturias", añadió.
Eso sí, la superioridad del Jumbo "tal vez pueda ser un poco agridulce para el espectáculo, pero sabemos que tenemos un equipo muy fuerte para la general y hacemos lo que tenemos que hacer. Hay equipos cada año más fuertes, y ver a los 3 en la general es muy emocionante".
Un amuleto llamativo
A los aficionados les sorprendió ver a un americano como Kuss, que vive en Andorra, portar una pulsera española de Nuestra Sra. del Rocío de Almonte. Él lo explicó tras cruzar la línea de meta: "Me la dio un policía antes de la etapa de Caravaca. Le doy un beso antes de cada etapa y creo que me da suerte y seguridad". Un amuleto que, de momento, le está dando suerte al líder de LaVuelta.
