Una Iribar, Urko Berrade, Txomin Juaristi, Jon Aberasturi (ya retirado), Xabier Berasategi, MIkel Bizkarra, Xabier Isasa, Gotzon Martín, Jonathan Lastra (ya retirado), Ion Izagirre, Oier Lazkano y Mikel Landa son los doce ciclistas vascos que arrancaron una Vuelta que este jueves regresó a la tierra donde más se adora al ciclismo: el País Vasco.
"Aquí sigue siendo religión. La gente vive mucho este deporte y se vuelca", decía el excorredor Joseba Beloki en la previa. Fue uno de los muchos exciclistas que se acercaron a una salida en Vitoria donde también estaba Iñaki Urdangarín. Todos ellos coincidían en algo: Euskadi se comporta de forma especial cuando se habla de ciclismo.
Lazkano y Landa, alaveses, fueron probablemente los más aclamados por el público. "Es una suerte poder correr aquí. Dan ganas de dar un puntito más", decían dos ciclistas que también son referencia a nivel mundial. Pero, entre los más reclamados, también estaba el conjunto Euskaltel-Euskadi, que volvía a casa.
"Siempre contamos con el apoyo de los nuestros, pero aquí todavía es más caluroso", contaba un Mikel Bizkarra que destacaba la presencia de "la marea naranja" en las cunetas. Los locales no ganan una etapa en LaVuelta desde 2011, vía Igor Antón. En 2020 venció Ion Izagirre, presente en la fuga rumbo a Izki. "Si hay patas, lo intento. Ganar en Euskadi no es lo mismo que hacerlo en otros sitios", confirmaba el de Cofidis, que sigue siendo de los vascos con más 'punch'.
Los cientos de aficionados que se acercaron a la salida, meta o, durante los diferentes puntos de la etapa, vibraron con un pelotón vasco que, pese a ser cada vez más pequeño, sigue siendo referencia. "Aquí existe la tradición y se sigue trabajando para que salgan ciclistas. Es una pasión", añadía Beloki, cuyo hijo Markel compite en el EF.
Euskadi, que en 2011 regresó a LaVuelta 33 años después, sigue significando un chute de energía tanto para el ciclismo como para la propia Vuelta en particular.
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