- Motor. Sale a subasta este Renault R24 que pilotó Fernando Alonso en 2004
- Motor. Se vende el último gran Ferrari de Michael Schumacher por una cifra millonaria
Si eres aficionado a la Fórmula 1 te acordarás bien de la temporada 2009. Aquel año en el que Fernando Alonso corrió con el Renault patrocinado por ING la temporada fue una sorpresa desde sus inicios.
1 euro y 20 céntimos
En principio poco se esperaba de Brawn GP, un equipo que el ingenioso Ross Brawn había comprado a Honda por una libra (1 euro y 20 céntimos) después de que los japoneses tuvieran dos temporadas desastrosas. Pero un vacío legal en el nuevo cambio que buscaba reducir en los monoplazas el 'efecto suelo' permitió a Brawn probar suerte con el llamado 'doble difusor'. Se trataba de un elemento que también habían planteado en Toyota y Williams, pero solo a Brawn GP le funcionó de maravilla.
La escudería estaba tan escasa de dinero que ni siquiera pudieron acudir a los primeros test. "El problema era que no sabíamos realmente lo rápido que era", confesó años más tarde Jenson Button. Pero sí que hicieron una primera simulación que dio como resultado que serían 1,5 segundos más rápidos que el resto de la parrilla. Esta ventaja les hizo pensar en un primer momento que la simulación era errónea, algo parecía haber fallado... Pero cuando se presentaron en Barcelona y el coche echó a rodar por primera vez se encontraron con que eran 0,6 segundos más rápidos que el segundo coche más veloz. Y fue allí donde soltó una frase lapidaria a su equipo: "chicos, me habéis construido un monstruo".
Solo tres coches
Se construyeron tres coches, con el chasis 001/01 para Rubens Barrichello y el 001/02 para Jenson Button, además de una tercera unidad (001/03) de reserva que empleó el brasileño en las tres últimas carreras. Button protagonizó una primera parte de la temporada sorprendente, ganando seis de las siete carreras mientras en el resto de equipos se frotaban los ojos viendo cómo el doble difusor daba a los coches blancos (ni siquiera tenían publicidad) una ventaja tan abrumadora.
Al final los Brawn GP vencieron en 8 de las 17 carreras y Jenson Button aguantó y terminó como campeón del mundo, aguantando las mejoras del Red Bull de Sebastian Vettel, que fue segundo, y superando a su compañero Barrichello, que terminó en tercera posición.
Tras aquella temporada el equipo fue comprado por Mercedes, marca que había proporcionado los motores a Brawn GP aquel año, y dos de los coches pasaron a manos de la marca de la estrella, mientras el chasis 001/02 (el más exitoso) se lo quedaba Ross Brawn.
Estipulado por contrato
Pero entonces surgió la polémica: el contrato de Jenson Button especificaba que en caso de proclamarse campeón del mundo se quedaría con uno de los monoplazas y en Mercedes no tenían intención de dárselo. Así que en verano de 2010 el caso fue llevado por el piloto hasta el Tribunal Superior de Londres, quien le dio la razón y Mercedes le entregó el chasis 000/01, el único de los tres modelos que no había conseguido ninguna victoria. Eso sí, Barrichello lo había llevado hasta el podio en Australia, España, Mónaco y Silverstone.
De sobra es conocida la pasión de Button como coleccionista de coches, pero también se ha sabido que en los últimos años está vaciando su garaje (en 2016 vendió un Porsche Carrera GT por 840.540 euros y un 911 Turbo por 378.000 euros).
Casi completo
Pero este Brawn GP, la joya de su colección, no se resistió a la necesidad que tal vez tenga el ex piloto de 'hacer caja' y finalmente en 2024 se deshizo del coche. Con todo al completo a excepción de algunos componentes internos en su caja de cambios, lo que hace que el coche no sea utilizable a día de hoy, aunque tampoco costaría demasiado (para un millonario) dejarlo de nuevo listo para correr.
Ahora este último propietario se va a deshacer del coche y por ello se ha puesto en o con la casa de subastas Bonham's, que ha acogido el monoplaza con todo el boato que se merece y lo subastará el 3 de mayo en Miami. Eso sí, no se atreven a insinuar el precio por el que puede acabar vendiéndose. Porque si bien fue el coche dominador de la temporada, el pedigrí del fabricante no tiene el glamour que puede tener Ferrari, McLaren o Mercedes.