Parece una perogrullada, pero no lo es. Ahora que hemos visto de cerca el Tesla Cybertruck -está de gira por España y Europa durante este verano-nos parece que está más lejos de que algún día lo conduzcamos en nuestro continente. Y si eso sucediera... no todos podríamos hacerlo (y no precisamente por el precio).
Pero eso no es óbice para que sea un coche digno de ver, sobre todo por la inusitada expectación que ha levantado en todo el mundo, y en especial en los mercados de Norteamérica en los que está a la venta. El Tesla Cybertruck va a estar entre nosotros hasta finales de junio, con paradas en Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga. Y es muy posible que nunca más lo volvamos a ver.
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Tan cerca... tan lejos
Porque una vez contemplado de cerca, su futura comercialización en Europa nos parece que está mucho más lejos. Sus formas triangulares han dado mucho que hablar, Elon Musk dice que es cómo se vería en el presente un coche del futuro... pero no debemos estar preparados para ese futuro porque esa carrocería de acero inoxidable, con filos que rozan lo cortante en algunos puntos, y esos ángulos... no parecen nada amables en caso de impacto.
Y, otro punto en contra, es que su mastodóntico tamaño de 5,68 metros redunda en un peso de 3.000 kilos... en vacío. Si sumamos la carga nos podemos plantar fácilmente con una MMA (masa máxima autorizada) por encima de los 3.500... y ahí empiezan los problemas porque no podríamos conducirlo con el carnet de coche, sino que nos tendríamos que ir al de camión. Y todas estas cosas -que pueden sortearse mejor en un mercado como el americano que lo permite casi todo- hacen muy complicada su matriculación en Europa.
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Si ya en las fotos parece raro, desde cerca más que un coche del futuro parecería responder al dibujo de un niño de preescolar. Sin pliegues apenas, sin un atisbo de redondez que suavice su estampa y la haga más amable. Claro que esto viene condicionado por el capricho de vestirla con un traje de acero inoxidable de 1,4 mm. de espesor, que puede resistir balas y resultar indeformable... pero precisamente esto es un problema cuando se trata de un atropello o un choque.
Pero ya sabemos que el hype lo puede todo en el mundo moderno así que vamos a pensar en lo práctico. Desde luego, este coche no lo es... ya desde antes incluso de arrancar. Su enorme altura libre al suelo hace difícil subirse y bajarse. Dentro hay mucho espacio (sólo faltaba con casi seis metros de longitud)... pero casi hay solo eso, espacio.
Las pantallas son las reinas
Porque el interior es minimalista no, lo siguiente. Apenas un volante, una pantalla, los asientos y el techo panorámico de cristal. Del primero lo mejor que podemos decir es que está completo... porque redondo tampoco es (pareciera como si Elon Musk tuviese manía a las redondeces). Pero bueno, nos conformamos con uno rectangular.
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Las pantallas, eso sí, no tienen pegas. Para colmo, son más grandes que en el resto de la familia Tesla (18,5 pulgadas la central delantera y 9,4 la trasera). Sobre todo la principal tiene menús diferentes y un montón de parámetros a controlar: altura de la carrocería (tiene cinco posiciones, con un modo Entry para facilitar el ), altura y cierre de la caja de carga y del maletero delantero.
No hay tiradores de puertas, y estas se abren pulsando un botón oculto entre lo que serían los pilares. Es curioso porque apenas se mueven unos centímetros y tenemos que completar la operación manualmente (ya puestos...). Los espejos retrovisores son triangulares (a juego con el resto del coche) y el limpiaparabrisas es, simplemente, incalificable de lo grande que es (y más vale que funcione bien y resista porque es único).
Las dimensiones están bien aprovechadas. La caja trasera tiene más de 1.130 kilos de capacidad de carga mientras que en el frontal bajo la barra de luces esconde un segundo cubículo bastante grande, con 200 kilos adicionales de capacidad (el equivalente a dos bolsas de deporte de las grandes).
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Un Cyberbeast con más de 800 CV
Técnicamente el Tesla Cybertruck es un coche bastante avanzado (eje trasero direccional, suspensión neumática, dirección electrónica by wire, ) Va sobrado de potencia (ahora mismo en EE. UU. se vende en versiones Dual motor, con 603 CV y Tri-motor, con 835 CV, y el año que viene llega una variante menos ambiciosa, con un único propulsor a las ruedas traseras, con 315 CV.
Sus autonomías, como es habitual en Tesla, son bastante buenas, con un máximo rango de 750 kilómetros (según el ciclo americano y con un Range Extender en forma de batería adicional). Y, también según el fabricante, en los supercargadores de la marca se recupera, en 15 minutos, energía para recorrer otros 220 kilómetros (a un pico de 250 kW). Además, ofrece carga bidireccional que podría, incluso, dar energía a otros coches eléctricos.
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Los precios en su mercado local van de los 96.390 dólares de la variante más salvaje (que Tesla denomina Cyberbeast) a los 57.390 que costará la RWD en 2025. Así que hoy día la versión más accesible es la Dual Motor, que cuesta 76.390 dólares.
