"Lo mismo me tomo un año sabático de Backyards", sentecia Oriol Antolí al poco de llegar a España tras acabar décimo en el Big's Backyard Ultra World Championship, el Mundial de la especialidad. Su presencia en este tipo de carreras se ha convertido en habitual. En 2022 ganó el campeonato de España (La Parra, Badajoz) que le dio el billete para estar con los mejores en Bell Buckle (Tennessee, Estados Unidos).
Los 75 participantes que tomaron la salida disponían de una hora para completar una vuelta al recorrido (6,706 km). El circuito transcurrió por terreno montañoso durante el día, y por asfalto por la noche. A los 60 minutos de emprender la primera vuelta, da comienzo a la segunda. Así una tras otra hasta que los corredores empiezan a quedar eliminados al no cumplir el requisito de tiempo. Sólo uno puede quedar en liza para ser el ganador, siempre que complete una vuelta más.
Harvey Lewis ganó como en 2021. Esta vez batió el récord del mundo al completar 108 vueltas para un total de 724,248 km, 40 kilómetros más que el anterior registro. Hasta 11 corredores superaron el anterior récord del mundo. Oriol Antolí fue el décimo corredor que más vueltas acumuló. Llegó a las 89 (nuevo récord de España), con un mejor tiempo de 44:45 en el giro 69. Salió en la 90 pero se quedó a 15 segundos de completarla.
"Mi primera sensación fue de decepción porque quería conseguir algo más por el esfuerzo mayúsculo para llegar en forma, el dinero que necesitas para ir, el sacrificio en el trabajo y con la familia. Al principio me supo a poco, pero ahora valoro los casi 600 kilómetros en tres días y 17 horas y la décima posición", valora Oriol Antolí, en conversación con ingrÁvidos, el programa de trail y deporte de aventura de Radio MARCA.
El sueño hizo mella en mí, me dormía a mitad de recorrido y tenía que esprintar para llegar a tiempo
Antolí es un habitual en este tipo de carreras que se han multiplicado en sus diferentes versiones en los últimos cinco años. Cuando se acercaba a completar la vuelta 90, vio delante suya los frontales de sus compañeros que ya emprendían un nuevo giro Supo que la aventura llegaba a su fin. "El sueño hizo mella en mí, me dormía a mitad de recorrido y tenía que esprintar para llegar a tiempo. Me cargaba muscularmente y tras muchas horas así, al final ya no pude más", reconoce Antolí.
Acudió a la cita con siete pares de zapatillas. Usó tres para correr en montaña y tres para el asfalto. El séptimo, previsto para el último día, no lo llegó a usar. "Me gusta cambiar de modelo por las rozaduras, además cambias el modo de correr y acabas notando menos el cansancio", explica. Su equipaje también guardaba un par de gafas de repuesto. No puede correr con lentillas. "Si me quedo sin gafas, me es imposible seguir", reconoce.
A pesar de las lentes, la vista le jugó malas pasadas. O mejor dicho, las alucinaciones por culpa del sueño acumulado y la fatiga. "Veía atracciones de feria en medio del camino", asegura. Se quedó dormido de pie en varias ocasiones. "Lo suyo es dormir con antelación. En la tercera noche hice algunas vueltas más rápidas para dormir más pero cuando ya vas apurado es díficil. No supe gestionar la ingestión de cafeína", confiesa.
El desgaste mental es muy grande, siento que necesito tiempo sin hacer una Backyard
Planificó no tomarla los dos primeros días para que lo que durmiera de noche (no más de 5 minutos) fuera un sueño de calidad. Luego, ingerir cafeína entre las 6 y las 12 del mediodía para mantener ese buen descanso nocturno. "En casos de emergencia, aunque fuera las 11 de la noche o la 1 de la madrugada debía tomarla aunque no siguiera la estrategia definida. Como vas tan 'pájaro' ni te acuerdas de tomarla y que te va ayudar", señala.
A pesar de sus gestas, sigue su camino sin patrocinador. En 2018 ganó la Monarch's Way: 990 kilómetros por el trazado del sur de Inglaterra que transitó el Carlos II en 1651 tras perder la batalla de Worcester. Los completó en 12 días, 10 horas y 32 minutos. Al año siguiente, completó el reto de la Alta Ruta Pirenaica (836 km y 49.900 m de desnivel positivo en 15 días y 4 horas). En 2017 fue cuarto en la Goldsteig Ultra Race (661 kilómetros de recorrido y 19.000 metros de desnivel positivo en 152 horas y 8 minutos) y primero en la WiBoLT en Alemania (555 km en 135 horas y 59 minutos).
Y todo empezó en El Retiro. Acudió un día con el objetivo de ver cuántas vueltas podía dar: completó 36 kilómetros. Corre desde 2007. Llegó al Ultra Trail del Mont Blanc en 2011 (170 km). Pero quería más. Al año siguiente se citó con el Tor des Géants (303 km y 22.000 metros de desnivel positivo). En 2014 probó en la Spine Race (420,3 kilómetros en el parque nacional Penine Way, en Inglaterra). Abandonó al segundo día. Cinco años más tarde volvió. Acabó séptimo tras 117 horas, 28 minutos y 45 segundos. Un mes después, fue cuarto en la Rovaniemi 150 Artic Winter Races en Finlandia: una carrera de autosuficiencia en la que cada corredor arrastra su propio trineo.
Antes de ir al Mundial del Big's Backyard Ultra, en junio participó en la Suffolk Backyard Ultra como rodaje. Completó 82 vueltas y batió su propio récord de España (51 giros en el campeonato nacional de La Parra). Ahora ha dejado la plusmarca en 89, un registro que casi le asegura la asistencia al Mundial de 2025 sin pasar por el campeonato de España de 2024. "Podría tomarme un año sabático o hacer una al año, porque el desgaste mental es muy grande. Siento que necesito tiempo sin hacer una Backyard", asegura.
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