Algo se mueve al otro lado del los Pirineos. España y Andorra, empiezan a asomar en los primeros puestos de las competiciones de esquí alpino. Algo impensable hace muy poco tiempo. Incluso han sacado la cabeza en los Juegos y eso ya son palabras mayores. Dos son los grandes protagonistas de este cambio de rumbo, pero por detrás viene una cantera que ha hecho que a ambos países les cambie la cara.
En España la aparición de Joaquim Salarich es sorprendente. Acaba de subirse al podio (segundo) en el Slalom de las finales de la Copa de Europa de Grandvalira y ha acabado séptimo en la clasificación general dominada por suizos, austriacos y demás centroeuropeos.
En Andorra brilla como héroe del Principado Joan Verdú. Ha ganado la Copa de Europa de Gigante y en casa quedó tercero en las finales dándose una última alegría. Pero su gran éxito fueron los Juegos de invierno de Pekín. Acabo dentro del top 10, noveno, algo histórico para el deporte andorrano.
A ambos hacia décadas que se les esperaba. Andorra no lograba sacar una estrella que hiciera cuajar su gran apuesta como país por las competiciones. El año que viene vuelven las finales de Copa del Mundo 2023 y su candidatura para los Mundiales de 2027 es de las favoritas. Nada mejor que un esquiador top para fortalecer la apuesta.
"Físicamente estoy bien, cruzar la meta con el mejor resultado de mi carrera en Copa de Europa en Andorra, al lado de casa es un orgullo y ahora a preparar las finales de Copa del Mundo que me voy el día 17 a darlo todo. Ir a la Copa del Mundo a las finales ahora con un segundo puesto en la Copa de Europa te da más confianza con lo que estás haciendo y con muchas ganas y ambición", comentaba el español al acabar su mágico descenso del martes.
Al final todo lo que sea impulsar el deporte del Pirineo, que en comparación con los Alpes centrales somos más pequeños, todo lo que sea impulsar el deporte de invierno es una pasada. Ver ahora que en mi caso o en el caso de Joan estamos a empezar a despuntar, poder albergar unos mundiales en casa como en el caso de Joan o cerca de casa en mi caso, que puede implicar gente cercana que te puede venir a animar, etc.. poner en el mapa los pirineos a nivel mundial. Es un aliciente que también me ayuda a llegar a 2027 muy motivado y viendo cómo lo están organizando, que ya estuve aquí en 2017 en las finales de la Copa de Europa, donde hay mucha gente ayudando, las pistas las trabajan lo mejor que pueden y la verdad es que para mi, tiene que salir la candidatura.
Amigos dentro y fuera de la pista
"Somos amigos bastante cercanos. Al final yo creo que tanto mis resultados como los suyos, al uno y al otro nos motivan al ver que es posible. Hemos entrenado muchos años juntos, Yo soy más eslalomier. Por lo tanto, no somos competencia y aún nos llevamos mejor. Al final ver que una persona con las que has entrenado y vivido tanto en categorías anteriores, en Ushuaia entrenando y compartiendo entrenamientos, etc... al final es una rivalidad muy sana que nos ayudamos mutuamente y siempre nos apoyamos cuando él me felicita, yo se lo agradezco y cuando le felicito él me lo agradece. Al final tenemos una buena relación", comenta el catalán que se alegra enormemente de los éxitos del andorrano.
Un andorrano que está viviendo una semana de ensueño en su propia casa. "He pasado años complicados con las lesiones y eso o tengo muy presente. Ya estoy organizando la temporada que viene y me centraré en la Copoa del Mundo y el Gigante. Con Joaquim me llevo de maravilla. Hemos pasado muchas cosas juntos y ahora estamos haciendo las cosas bien. Ojalá podamos coincidir en unos Mundiales como los de 2027 aquí en Andorra, sería el punto máximo. el Pirineo lo merece".
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