La suiza Jasmine Flury protagonizó este sábado la gran sorpresa de los Mundiales de esquí alpino de Courchevel y Méribel (Francia) al ganar la prueba reina, el descenso, en la que la teórica gran favorita, la italiana Sofia Goggia, se saltó una puerta y quedó descalificada.
Flury, de 29 años y que contaba una sola victoria en la Copa del Mundo, festejó el triunfo más importante de su carrera deportiva al cubrir los 2.413 metros de la pista Roc de Fer de Méribel -con salida a 2.150 metros de altitud y un desnivel de 685- en un tiempo ganador de un minuto, 28 segundos y tres centésimas, cuatro menos que la austriaca Nina Ortlieb, que capturó la medalla de plata.
Otra suiza, Corinne Suter, campeona olímpica de la disciplina y que hace dos años había ganado el oro de descenso en los Mundiales de Cortina d'Ampezzo (Italia), acabó tercera, a doce centésimas de Flury; y se hizo acreedora al bronce.
"UNA VICTORIA MUY LOCA"
"Esta victoria es irreal y loca. No sé ni qué decir, estoy muy feliz", comentó una exultante Flury al canal de televisión Eurosport este sábado en Méribel. "Los esquís han funcionado a la perfección en esta nieve, eso lo sabía. Y hoy completé una muy buena bajada, eso fue increíble", indicó la flamante campeona mundial helvética, que salió a pista con el dorsal número 2 y a la que ninguna de las siguientes competidoras mejoró. "Estaba satisfecha con mi bajada, pero esperar en meta a que bajaran todas las demás fue mucho peor que afrontar esta pista", aseguró Flury tras firmar el más importante triunfo de su carrera deportiva
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