San Mamés reconoce a De Marcos por sus 500 partidos en el Athletic
El de Laguardia, jaleado al anunciar las alineaciones por megafonía, alcanza una cifra a la que sólo han llegado siete jugadores en los 125 años de historia del club
De Marcos adelanta su posición para tapar a Camavinga.Ricardo Larreina / UGSMARCA
De Marcos está de celebración. El lateral de Laguardia alcanza este sábado los 500 partidos oficiales con el Athletic. Es el séptimo jugador que más partidos ha disputado en los 125 años de andadura del club. El futbolista está a distancia de superar antes del final de la primera vuelta de la recién iniciada Liga a tres de los jugadores que tiene por delante en el ránking de méritos.
El segundo capitán de la plantilla tras haber debutado sólo unos días después que Muniain, ha recibido un gesto de cariño por parte de San Mamés antes de comenzar el encuentro. El encargado de ofrecer las alineaciones por megafonía, que habitualmente cita a los futbolistas en orden de dorsal, ha dejado a De Marcos para el final añadiendo que disputaba su partido 500. La ovación ha sido generalizada y el jugador, que en esos momentos participaba en la piña de arenga que hacen los leones antes de cada partido, ha saludado con su mano en señal de agradecimiento.
De Marcos debutó en el Athletic el 6 de agosto de 2009 en un partido de ronda previa europea frente al Young Boys en Berna. La primera vez del futbolista en San Mamés fue en Supercopa ante el Barcelona. El alavés, que en sus inicios en el Athletic ocupaba posiciones ofensivas, debutó con gol en La Catedral y también marcó en el siguiente encuentro oficial en el estadio rojiblanco, esta vez en la victoria europea ante el Tromsoe.
Recién iniciada su decimoquinta temporada en el primer equipo y con 34 años cumplidos, el futbolista habló el pasado miércoles de su mejor y peor recuerdos en esta andadura. "Lo mejor fue el partido ante el Manchester que jugamos allí en Europa League, que nos cambió la mentalidad. Hacer gol y cómo se vivió todo quizá fue todo el mejor momento. El más difícil quizá fue cuando despidieron a Berizzo. Sentí responsabilidad de no poder corresponder a un entrenador al que todos queríamos que le fuera bien", dijo.
