Atlético-Celta: Un minuto es la vida

Aunque ya se sabe que el fútbol no tiene memoria (en clave rojiblanca el run run del Metropolitano en los últimos tiempos parece denotar que hay quien olvida que este Atlético ha arrebatado dos Ligas a un Real Madrid y Barcelona que le doblan en límite salarial), Simeone no sólo cuenta ya como legado con la época más gloriosa en la historia del club, sino que también ha regalado una colección de citas para la posteridad. "Un minuto es la vida", en alusión a la importancia de mantener la tensión y darlo todo en cada acción de un partido, es una de ellas. Bien lo sabe, y lo aplica, uno de los alumnos más aventajados que ha tenido: Antoine Griezmann.

Bien es cierto que Antoine siempre ha dado muestras de tener una identificación máxima con el ideario cholista, pero la situación contractual que le castiga a aparecer con el cronómetro en mano, le obliga a exprimir como nunca el tiempo. A hacer buena también la teoría de Simeone de que tiene mucho más valor la calidad de los minutos que la cantidad.

En el 110', en la última jugada del partido, daría el triunfo en Champions contra el Oporto. En la media hora larga de cada partido de LaLiga redondearía la goleada en Getafe y embolsaría los tres puntos de Mestalla. Una eficacia que le convierte en un referente en Europa en cuanto a eficacia.

Referente goleador

Para cuando llegue el minuto 60 en que el cartelón del 8 se levante en el Metropolitano, Iago Aspas, compartiendo Pichichi con Lewandowski, ya se habrá manifestado como la máxima amenaza del Celta. Sin embargo, ni el gallego (cinco goles en cuatro partidos oficiales, uno cada 72 minutos) ni el polaco (ocho tantos en cinco, uno cada 54) rentabilizan el tiempo como Griezmann, que marca cada 46 minutos. Tampoco Haaland (cada 46,25), Baena (46,5), Moussa Dembelé (49), William José (54,5), Mbappé (56,5)..