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- Crónica. Correa y apretarse el cinturón
Sin ninguna duda los focos acabarían apuntando a Correa, pero como ha sucedido en tantas victorias del Atlético en las que un goleador acabó convertido en el gran protagonista, nada habría sido igual de no mediar la mano de un extraterrestre. Cierto es que tampoco hace ruido, pero es raro el día en que Oblak no acaba siendo tan decisivo como el MVP del duelo.
A pesar de que durante la primera parte apenas había tenido que sacarse las manos de lo bolsillos y que sin saber cómo había encajado un tanto en la segunda al no poder hacer nada ante el balón desviado hacia sus mallas por Giménez tras un tiro de Riquelme, el esloveno se emplearía con creces en los 20 minutos finales para salvar los muebles del Atlético.
Concretamente sería en dos ocasiones, ambas con el mismo protagonista enfrente y prácticamente de manera calcada. Aleix García se sacaría dos zapatazos que en el 99% de los partidos que dispute en esta Liga acabarían opositando al mejor gol de la jornada. Sin embargo, lo único que podría hacer es acabar maldiciendo su suerte.
Dos vuelos de Oblak para sacar sendas manos milagrosas propiciarían que el Girona no empata, primero, y se pusiera por delante, después. Su mano cambiada para despejar hacia su palo ya había dibujado una parada espectacular, pero lo más sorprendente es que luego sacaría la otra mano a pasear posteriormente para negar el tanto catalán. "Dos paradas monstruosas", acabaría reconociendo un Aleix García impotente ante las apariciones del esloveno.
Dos milagros más para añadir a su colección y para que la fiesta de Correa no acabara saboteada.