La planificación del próximo curso incluye una plaza en la plantilla para Riquelme, que ha confirmado en su cesión al Girona las expectativas que tenía la Dirección Deportiva
Cuando Andrea Berta firmó la cesión de Rodrigo Riquelme al Girona tenía el convencimiento de que a la tercera sería la definitiva. Cuando Simeone le recomendó foguearse en Primera para que contara con los minutos que él no iba a poder asegurarle sabía que iba a alcanzar el punto de madurez necesario para volver. El resto, explotar su talento y asumir la responsabilidad de liderar el ataque de su equipo, correría a cargo del propio futbolista, confirmando así todas las expectativas de la Dirección Deportiva y técnica del Atlético.
De hecho, aunque aún le quedan tres meses más de préstamo para acabar de rodarse y engordar sus cifras (cinco goles y dos asistencias ha firmado en los 24 partidos oficiales en los que ha participado con el Girona), el nombre de Riquelme ya se incluye a día de hoy en el primer boceto de la planificación de la plantilla del Atlético para la próxima temporada.
Por supuesto, el rendimiento ofrecido en su primera temporada en la élite (cierto es que se estrenaría de la mano del Cholo en el ejercicio 19-20, cuando disfrutó de 13 minutos en el 3-2 frente al Eibar) ha sido la primera razón para que los responsable rojiblancos entiendan que Riquelme ya está preparado para pesar a formar parte definitivamente de la plantilla del Atlético.
La política de contención en materia de fichajes prevista para el próximo verano, en el que no se esperan grandes desembolsos, acaba por jugar en favor de Riquelme, considerado como un refuerzo de plenas garantías que permitirá centrar los esfuerzos económicos que puedan llevarse a cabo en otras demarcaciones.
En este sentido, pese a que no se trata del único futbolista que el Atlético tiene cedido en el presente curso (Joao, Lino, Camello...), el talentoso extremo forjado en la Academia figura a día de hoy como el mejor colocado para regresar con la vitola de inamovible. No sólo eso, sino que se espera que, en consonancia con el contrato que firmó el pasado verano hasta junio de 2028, Riquelme sea uno de los hombres importantes en el Atlético del futuro.
Una seria amenaza
Antes de que el próximo verano Roro sea uno más a las órdenes de Simeone al comienzo de la pretemporada (hace cuatro años ya empezó a ganarse al técnico después de que confirmara bajo su mirada el talento que le había intuido meses antes siendo aún Juvenil), el hoy jugador diferencial del Girona será curiosamente una piedra en el camino del Atlético. Cabe recordar que el pasado octubre, ya se consagraría en el Metropolitano sin arrugarse por el escenario ni por las miradas que calibraban su maduración. De hecho, el aplauso de la grada cuando fue sustituido tras marcar, representó el pulgar hacia arriba que indica que ya está listo para volver.
EFE
Pendiente de otra llamada: de la sub 21.... o la selección
Más allá de la llamada que recibirá del Atlético en los próximos meses, Riquelme también estará muy pendiente del teléfono que se descolgará desde la Federación este viernes. Cabe recordar que después de que la temporada pasada se convirtiera en la sensación de Segunda durante su cesión en el Mirandés, Luis de la Fuente le haría debutar en la selección española sub 21, erigiéndose a base de goles y asistencias en la gran referencia del equipo. Hasta el punto de que Luis Enrique llegaría a tenerlo en cuenta antes de confeccionar su lista para el Mundial, formando parte de los 55 preseleccionados. Aunque finalmente no viajaría a Qatar, sería una señal de que su asalto a la absoluta es cuestión de tiempo. Y más aún tendiendo en cuenta que ahora está al frente el técnico con el que se ha enfundado la camiseta de una Rojita para la que Santi Denia no dudará en citarlo si el gran salto tiene que postergarse.
