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Si fuera por dinero, Nahuel Molina habría elegido la oferta que el Atalanta le había puesto sobre la mesa desde que se convirtiera en el defensa más goleador y asistente del pasado Calcio. Incluso habría intentando profundizar en las conversaciones que se habían abierto con el Chelsea.
Si fuera por una cuestión de prestigio, probablemente lo hubiera tenido más fácil también quedándose en el club más poderoso de Italia, pues la Juventus partía como el mayor rival del Atlético en la carrera por hacerse con los servicios de Nahuel Molina el pasado verano.
De hecho, la insistencia desde Turín sería tal, que incluso una vez que el argentino se había decantado por jugar en el Atlético, no tirarían la toalla. Desde el momento que Simeone volvía a llamarle para hacerle ver que se trataba del único lateral por el que suspiraba (El Cholo ya había puesto su nombre sobre la mesa del Metropolitano en enero de 2022 cuando Trippier ponía rumbo al Newcastle), Molina tenía claro que sólo quería vestir de rojiblanco, pero quedaba a expensas de que Andrea Berta y Miguel Ángel Gil lograran llegar a un acuerdo para que Gino Pozzo aceptara las cifras que planteaban por su traspaso. De ahí que la Juventus se mantuviera en la puja hasta el final.
De manera literal, pues incluso con el acuerdo ya cerrado, los dirigentes de la Vecchia Signora aún harían un último intento en el mismo día en que Molina tomaba el avión que le iba a llevar a Madrid para estampar su firma. Una última propuesta que sería desoída por el lateral, que en ningún momento se plantearía dar marcha atrás y romper su promesa una vez que había dado su palabra al Atlético.
Tanteo del Barcelona
Pese a que Molina afirme en su conversación con MARCA que no cree que en el Barcelona lamenten que un día pudo ser suyo, no hace falta retroceder hasta su niñez, pues antes de su aterrizaje en el Atlético, de la actual Directiva azulgrana se interesarían por su situación en una clara señal de que se trata de un lateral de su gusto. El problema es que, ya por entonces, la economía de la entidad atravesaba un momento más que delicado, de ahí que la posibilidad de pelear la llegada del hoy campeón del mundo se quedara lejos de sus aspiraciones.