Sergio Reguilón ha vivido una temporada para olvidar. Desde que llegó al Altético en agosto para susttuir a Renan Lodi estuvo en el foco por su pasado en el Real Madrid. Hasta el propio Simeone tuvo que salir al paso de una cesión que no fue idea suya... pero que aceptó lógicamente con la marcha del brasileño.
La campaña toca a su fin y el que fuera canterano madridista tiene ya sólo un partido, en Villarreal, para acabar su préstamo en el Metropolitano. En este estadio precisamente vivió el último capítulo amargo de su andadura como rojiblanco en un partido que debía ser una fiesta para él.
Fue la sorpresa en el once pero vivió todo el duelo en el foco, otra vez por su pasado. Pitos, insultos y el fondo sur señalándole mientras no le perdonan lo que a otros sí han hecho (tanto por origen madridista como por su salida para volver, como el caso de Griezmann).
Aplausos de sus compañeros
La situación fue tan delicada que sus propios compañeros, ante la actitud de una parte de la grada, no dudaron en aplaudir al jugador cuando fue reemplazado por un Simeone que elogió al lateral pese a que sus números no han sido precisamentes destacados.
Apenas 11 partidos, apenas 233 minutos, con un sabor amargo para un futbolista que llegó lesionado, se volvió a romper durante el curso y nunca tuvo el apoyo de una grada que no le perdonó su pasado. Regresa al Tottenham tras una mala experiencia.