Corrían los últimos minutos de la primera mitad en el pasado partido ante Osasuna y Morata terminó en el suelo tras una entrada de Catena. Sin opción alguna de llegar al balón, el central rojillo propinó al punta un rodillazo en la parte posterior del muslo sin que el colegiado castigara la acción. Minutos después, el atacante encaró el túnel de vestuarios pidiendo explicaciones tanto al árbitro como a su rival por la decisión tomada de ambos, pero no encontró explicación alguna a un hecho que sufre en cada partido. Y es que el delantero de la Selección española es uno de los atacantes de LaLiga que más patadas recibe y menos castigo tienen sus rivales.
Con 1,90 metros de altura, buena parte de los zagueros que se miden con Morata sólo pueden frenar al rojiblanco con acciones que rozan lo ilegal y en muchas ocasiones, esas artes traspasan una línea que no señalan los árbitros. Y es que el punta rojiblanco recibe patadas, empujones y golpes constantemente que, debido a su corpulencia física, no son señaladas cuando son acciones que van más allá del reglamento.
Estas constantes faltas que no son castigadas por los árbitros provocaban en temporadas pasadas que Morata se fuese de los partidos. Se dedicara más a buscar justicia en algunas ocasiones que a leer el juego y a generar ocasiones de gol, pero ahora es distinto. El futbolista ha madurado, es capaz de mantener la cabeza fría y consigue olvidar rápidamente ese tipo de situaciones para ayudar a su equipo.
A la espera del Comité
Aunque está claro que siempre hay excepciones. En el temporada 2019 - 2020, durante un encuentro contra el Mallorca, Xisco Campos y Salva Sevilla lograron sacarlo del partido y Morata terminó siendo expulsado por unas airadas protestas. La roja le costó perderse un derbi contra el Real Madrid. En esta ocasión, primero mostró su disconformidad con una decisión del colegiado y minutos después, tras sufrir un grave pisotón de Chimy Ávila que pudo costarle una lesión importante, golpeó a un rival con el brazo. Le costó una segunda amonestación y una posible ausencia frente al Cádiz si el Comité de Competición no acepta el recurso del Atlético por la decisión del colegiado, quien expresó en el acta: "Fue expulsado por golpear con el brazo de forma temeraria a un adversario en la disputa de un balón".
Ahora, después de haber recibido varias entradas que sobrepasaron el reglamento, Álvaro Morata tendrá que cumplir un partido de sanción y la falta de justicia con el madrileño provocará que el Atlético sólo tenga a Griezmann como delantero centro puro en la siguiente jornada liguera. Así, el delantero de la Selección española y de un club de la talla como el Atlético sigue siendo maltratado por los árbitros en cada partido ante la desesperación de sus compañeros y de los técnicos colchoneros.
