Quizás no haya equipo en el mundo que acostumbre a adornar sus victorias con tal estado de emoción, excitación... y heroica como el Atlético. Desde el primer minuto se notaba que el depósito de la mayoría de la tropa del Cholo estaba bajo mínimos tras darlo todo en el derbi, salir viva del infierno de El Sadar y remontar a Cádiz y Feyenoord con al menos siete bajas por partido y en un periodo de 11 días. Pues bien, aunque fuera con un penalti en el 88, el pleno de cinco victorias en dos semanas sin un gramo más de fuerzas resultó conmovedor.
A Lino se le está poniendo cara de Carrasco
Cierto es que hablar de Carrasco, decisivo en la conquista de la última Liga, goleador en la última final de Champions e insustituible desde que el sistema con carrileros llegara para quedarse, son palabras mayores. Pero Lino progresa adecuadamente en su camino a conseguir que no se eche de menos al belga. Desborde tiene, buen manejo del balón también, en defensa no está haciendo aguas... y sobre todo, tiene piernas, que tras la paliza que lleva encima en el Atlético, resulta impagable. Gran premio al trabajo su primer gol como rojiblanco.
La charla de Simeone en el descanso, para estudiar
La angustia vivida por el Atlético en los últimos minutos para acabar llegando hasta la orilla se podría haber evitado si el remate de Witsel en el minuto 46 no hubiera impactado en el palo. No sería una casualidad, pues los rojiblancos ya habían marcado nada más salir del vestuario ante Real Madrid, Cádiz y Feyenoord. No hay cámaras en la caseta, pero la charla del Cholo en el descanso tiene que ser digna de estudio. Por cierto, el Día de las Peñas siempre era sinónimo de derrota... hasta que Simeone llegó par acabar con la mentalidad del Pupas y cambiar la historia.
Los diálogos en la sala VOR sí que serían para poner micros
El VAR no va a dejar de generar polémica nunca, sobre todo cuando entra sin que nadie lo espere. Cuando ni la Real había pedido un penalti, una llamada desde la sala VOR interrumpió el partido... para nada, pues la supuesta mano de Morata no podía ser más accidental. Mucho más clara pareció la de Carlos Fernandez, aunque también está abierta al debate. Obviamente, cada uno lo verá desde su bando, pero tiene que ser realmente curioso saber qué se cuece en esa sala. Ahí sí que se necesitan micros y cámaras para entender el fútbol que ven ahí.
Oyarzabal, la bandera de la Real
Puede resultar chocante que Oyarzabal sea el 9 de la Real teniendo en el banquillo a tres delanteros centros puros (Carlos Fernández, Sadiq y André Silva), pero en su caso lo importante es que esté sobre el verde. Es la bandera del equipo y el más determinante. Por eso de la nada se inventó un trallazo a la media vuelta que se estrelló en el palo. Y por eso más tarde, ya actuando por la banda, no perdonó para culminar una contra perfecta.