El Atlético, a por otra Liga de 14

“Mañana empieza una Liga nueva para nosotros, una Liga de 14 partidos en sólo 12 semanas. Además es una Liga que ganan dos equipos y el Atlético de Madrid debe ser uno de ellos”. Esas fueron las palabras con las que Miguel Ángel Gil Marín irrumpió en el vestuario del Cerro del Espino el 18 de febrero de 2022 después de que un 0-1 de un colista y desahuciado Levante dejara a los rojiblancos, que entonces defendían la corona de campeones, en la sexta plaza de la tabla, en zona de Europa League, a 15 puntos del líder y a 11 del segundo.

Con el Real Madrid y el Sevilla totalmente distanciados, la pelea del Atlético por cumplir su objetivo de ocupar una de las cuatro plazas que daban a la Champions quedaba restringida a remontar al menos dos escalones, pues el Betis marchaba tercero con 43 puntos; la Real Sociedad, cuarta con 41; el Barcelona, quinto con 39, los mismos que el Atlético y el Villarreal cerraba el grupo de aspirantes con 36 desde el séptimo lugar.

Una arenga y un cometido que tendría efecto inmediato desde el siguiente partido, la visita a Osasuna saldada con un 0-3 que abriría una racha de otras cinco victorias consecutivas (Celta, Betis, Cádiz, Rayo y Alavés). El mejor inicio posible para esa particular Liga de 14 creada por el consejero delegado rojiblanco y que no podría tener un desenlace más feliz: tras diez triunfos, dos empates y solo dos derrotas, los de Simeone resultaban subcampeones para finalizar en la tercera plaza, a dos puntos de un Barcelona que sería segundo y uno por encima del Sevilla, que sería el cuarto con un billete para disputar la Champions.

Un calendario ‘amable’

Ahora, tres años después, el Atlético vuelve a afrontar otra Liga de 14, pero en este caso sin la presión de ver amenazado su objetivo prioritario de seguir la rutina instaurada por Simeone de participar en la máxima competición europea, sino con la posibilidad de levantar el título doméstico.

Un duelo a tres en este caso en el que los rojiblancos partirán, independientemente de lo que haga el Barcelona este lunes ante el Rayo, con un punto de desventaja respecto al primero. Eso sí, los rojiblancos dependerían de sí mismos siempre que el Real Madrid no venciera en el Clásico que aún queda por disputarse en Montjuic. Cuentas, no obstante que no se hacen en un vestuario que prefiere fiar sus opciones al partido a partido.

Eso sí, el calendario invita al optimismo, pues mientras que recibirá en el Metropolitano a sus rivales mejor clasificados (Athletic, Barcelona, Rayo o Real), siete de sus ocho desplazamientos serán a estadios de equipos situados de mitad de tabla hacia abajo. Como curiosidad, en la primera vuelta la tropa del Cholo sumó ante los equipos a los que debe enfrentarse en este tramo final un total de 33 puntos, uno más de los que logró en aquella Liga de 14.

Una lucha en tres frentes

En plena carrera por LaLiga, el Atleti abordará otros dos frentes en los que Barcelona y Madrid vuelven a aparecer en el horizonte. Así, el 25 de febrero (entre sus duelos ante Valencia y Athletic) y el 2 de abril (entre el Espanyol y el Sevilla) se jugará el pase a la final de Copa con los azulgranas. Del mismo modo, afrontará los octavos de la Champions el 4 de marzo (entre Athletic y Getafe) y el 12 (entre Getafe y Barça) ante el ganador del Madrid-City o del Bayern-Celtic.