El Valencia ya tiene rival para disputar el Trofeo Naranja. Será al Atalanta de Bérgamo, un equipo que ha maravillado en las tres últimas ediciones de la Champions por su fútbol alegre y que este año se ha quedado fuera de Europa. El partido se jugará el sábado 6 de agosto a las 21 horas y será el único que los aficionados podrán ver en el coliseo que esta temporada cumplirá cien años. No solo será un amistoso de presentación ante la afición sino un partido que, simbólicamente, va a cerrar una herida que quedó abierta 880 días atrás. El 10 de marzo de 2020 la Atalanta eliminó de los octavos de final de la Champions a un Valencia en pleno declive por un marcador global de 4-8 entre los encuentros.
Aquella noche el resultado no era lo de menos, pero casi. El partido se jugó a puerta cerrada por decisión de las autoridades sanitarias que contemplaban alarmadas cómo la curva de los contagios por coronavirus se había desbocado. La derrota 4-1 de la ida -el partido bautizado como la bomba biológica por el desplazamiento masivo de aficionados a Milán desde Bérgamo (bautizada luego como la Wuhan de Europa) y Valencia- no había dejado al Valencia con muchas opciones para hacerse fuerte ante la UEFA.
La noche del 10 de marzo, mientras la Atalanta volvía a golear al Valencia (3-4) con un póker de Ilicic el president de la Generalitat, Ximo Puig, anunciaba la cancelación de las Fallas, y, tres días después, cuando estaba previsto un derbi Valencia - Levante en Mestalla a puerta cerrada, se decretó el estado de alarma que interrumpió la Liga hasta el mes de junio. El Valencia no logró recuperarse de la fase de declive en la que había entrado en marzo y quedó fuera de Europa, inaugurando un ciclo de tres cursos -hasta el actual- sin tocar plazas continentales.
Ha cambiado bastante más el Valencia que el equipo bergamasco. En la última temporada acabó clasificada en octava posición, fuera de los puestos europeos. En Champions, cayó a la Europa League tras perder en la última jornada de la fase de grupos ante el Villarreal. Y en la segunda competición continental fue eliminada por el Leipzig en cuartos de final. Su técnico, Gasperini, de 64 años es uno de los más respetados en el Calcio por su veteranía y recorrido y se enfrentará a su compatriota Gattuso.