Xavi, despachos de por medio, va a tener que tomar una difícil decisión en esta pretemporada: elegir extremos. Ahora mismo es una realidad que a los azulgrana le sobran jugadores de ese perfil. Dembélé, Raphinha, Ansu Fati, Ferran Torres y Abde pugnan por dos puestos -puede que solo uno si el Barça juega con cuatro en el medio- y la batalla por convencer al técnico catalán ha comenzado.
En el primer partido de pretemporada, cada uno de los protagonista dejó su sello. Comenzó Abde, que fue el que mejores sensaciones dejó de todos. El canterano protagonizó una gran galopada para servir en bandeja el primer gol del Barça a Lewandowski. Su primer tiempo fue de nota, con varias acciones de desequilibrio y dando una sensación de madurez que le faltaba en su primera etapa. Su continuidad no está garantizada y es el principal candidato en una venta si el BarçA no consigue 'colocar' a ninguno de los otros extremos.
Con Abde jugó en el primer tiempo Raphinha. El brasileño, como casi siempre, dejó mejores resultados que sensaciones. Su partido fue discreto. El primer gol debió ser suyo -falla un remate sencillo anta Ramsdale- y su incidencia en el juego fue escasa. Eso sí, sumó otro gol a su cuenta como futbolista azulgrana, aunque con cierta dosis de fortuna, y acabó con la sequía a balón parado del Barça.
Ansu tiene chispa
El otro goleador de la madrugada fue Ferran Torres. Al igual que Raphinha, pasó de puntillas por el partido en lo que a juego se refiere, pero no desaprovechó la única oportunidad que tuvo y ejecutó con eficacia un buen servicio de Dembélé.
Sin esa capacidad de remate pero con otras virtudes se mostró Ansu Fati. Por primera vez en mucho tiempo se le vio rápido de piernas, con esa chispa que se le reclama desde que regresó de su grave lesión. Se asoció con acierto y lo intentó con verticalidad y decisiones acertadas. Le faltó encontrarse en zona de remate pero su partido dejó un sabor dulce en el aficionado azulgrana. De mantener el progreso, sería la gran noticia de esta temporada para el Barça.
Y el último en discordia, Ousmane Dembélé, hizo más o menos lo de siempre. El desborde y el peligro casi siempre nació de sus botas... pero la decisión final fue demasiado irregular. Eso sí, a estas alturas de la película parece el único indiscutible y de plena confianza para Xavi Hernández. El casting no ha podido comenzar mejor.