La papeleta de Xavi Hernández no era sencilla. El técnico se enfrentaba a su primer match ball de la temporada. Todos habían calificado de final el partido frente al Oporto y no les faltaba razón. Una derrota habría dejado al Barcelona con un pie prácticamente fuera de la Champions y la tormenta que se habría desencadenado habría sido de aúpa. En un momento delicado, el entrenador mantuvo la calma y supo tomar las decisiones adecuadas para que su equipo consiguiera el triunfo y, de paso, cumplir con uno de los objetivos innegociables de la temporada que era pasar a octavos de Champions.
Barcelona 2-1 Porto: resumen y goles | Champions League (J5)
En primer lugar no se puso nervioso por la foto de Laporta con Márquez poco después del tropezón liguero ante el Rayo. Fue una foto inoportuna por el momento en el que se producía. Aunque tanto Laporta como Deco le habían transmitido su total confianza, Xavi ya es perro viejo en estas lides y sabe que los entrenadores viven de resultados. En rueda de prensa ya dijo que notaba el respaldo de ambos.
Luego vinieron tres decisiones de auténtico entrenador que sirvieron para que el equipo triunfara frente al Oporto. En primer lugar, y aunque ya lo había probado con anterioridad, cambió la posición de Joao Cancelo situándolo en banda izquierda. Xavi tenía claro que le podía funcionar bien por esa banda teniendo en cuenta que Balde no andaba fino últimamente. Insistió en su idea y el portugués fue el mejor del partido, gol y asistencia incluidos, con una actuación soberbia.
Cancelo celebra su gol.EFE
Apuesta por los veteranos
El once también tiene su lectura. Lo chavales se quedaron en el banquillo. Cuando el reto es mayúsculo, son los veteranos los que tienen que sacar las castañas del fuego. Balde, Lamine Yamal y Fermín no entraron en el equipo inicial. Y los veteranos cumplieron. Unos más que otros, pero la solución de apostar por la veteranía fue un éxito sobre todo porque en los últimos partidos los chavales ya no estaban tan finos.
Cambio en el vestuario
La charla del descanso es la tercera actuación clave de Xavi. El técnico les insistió mucho en que se atrevieran y, sobre todo, mirasen hacia la portería rival, no hacia Iñaki Peña. La verticalidad del equipo en la segunda parte fue evidente y no llegaron más goles porque la puntería sigue siendo una asignatura pendiente en los últimos partidos del Barcelona.
Abrazo entre Xavi y Laporta después del partido ante el Oporto.FCB
Foto con Laporta
De esta manera, Xavi salió victorioso de su primer gran reto de la temporada. Muchos le estaban esperando por si no conseguía el objetivo, pero el técnico demostró que la apuesta de la Directiva por él fue un gran acierto. Eso sí, la segunda prueba viene de inmediato porque el domingo llega el Atlético de Madrid en un estado de forma espectacular. Y, al final, no faltó la foto con Laporta.
