Ni Szczesny le amarga la noche a un gran Barça

El debate estaba servido desde la Supercopa. Y Flick decidió dar un paso al frente, poner a Szczesny de titular en Lisboa y dejar a Iñaki Peña en el banquillo. Hay que suponer que ya se habrá arrepentido porque el polaco fue responsable directo en dos de los goles de los portugueses. Primero midió fatal una salida en la que no sólo no despejó el balón, sino que estuvo a punto de lesionar a Balde al que le dio un buen rodillazo en dicha salida. Minutos después, en otra salida sorprendente, hacía un penalti que se convertiría en el tercer gol del Benfica.

Dicen que lo que funciona no hay que tocarlo y esa regla se la saltó Flick a la torera. No había motivos para sentar a Iñaki Peña, pero el alemán propició el cambio. Mala decisión. El polaco no le respondió. Iñaki Peña seguramente no entenderá nada. Es cierto, en descargo del polaco, que en el 88 hizo una gran parada en un uno contra uno a Di María. Y justo a partir de esa jugada vino el delirio azulgrana con el gol de Eric y el último de Raphinha que demuestra que este equipo en Europa se transforma y lucha hasta el último minuto por todo. Lo que hizo en Lisboa tiene un mérito enorme después de tener perdido el partido por tres ocasiones.

Dicen que muchos equipos europeos de los grandes siguen a Álvaro Carreras. El lateral izquierdo del Lisboa demostró el porqué. A los dos minutos se marcó la primera galopada por su banda. Nadie le pudo seguir y su pase lo aprovechó Paulidis para marcar el primero. Fue una pesadilla por esa banda para Koundé. Un lateral que tiene un enorme futuro por delante.

Pues con los dos goles de este martes, Lewandowski ya lleva más que en toda la temporada pasada. El polaco suma un par más. Fueron ambos de penalti y en el primero volvió a recobrar la paradiña que había dejado en el anterior que marcó. En el segundo ya fue directo a chutar sin parar.

No fue el día de los porteros. Si en la primera parte Szczesny regaló un par de goles al Benfica, en la segunda Trubin quiso emular al polaco. En le minuto 64 tenía que sacar un balón desde su área. No tenía ningún jugador que le presionara y su chut fue directo a la cabeza de Raphinha que estaba en la luneta en la frontal y el rechazó se fue directamente a la red. Premio al tesón del brasileño.

No tuvo suerte el Barça en los goles encajados en el estadio de La Luz. Si Szczesny regaló dos en la primera parte, en la segunda el regalo vino por parte de Araujo. El uruguayo intento cortar un balón que iba a las manos de su portero, pero lo que hizo fue introducírselo en su portería. Mala suerte otra vez.

Posiblemente está siendo el mejor jugador de la temporada del Barça con permiso de Lamine Yamal. El brasileño siempre está ahí, es rarísimo que no aparezca en un partido. No había tenido una buena primera parte, pero en la segunda fue otra historia diferente. Primero un gol de aportunista y , sobre todo, el gol sobre la bocina que dio el triunfo al equipo. Para quitarse el sombrero.