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Uno de los grandes objetivos del Barcelona es generar recursos viendo cómo está la situación económica del club. La salida de Messi fue un duro golpe para la economía culé porque el argentino era todo un reclamo publicitario. Además, sus camisetas se vendían como churros, al igual que ahora sucede en París. Tener grandes figuras que vendan es fundamental para el negocio.
Aquí hay que ver si Lewandowski va a ser ese icono publicitario que necesita el club. No parece. Su calidad como goleador es incuestionable, pero de ahí a que sus camisetas se vendan sin parar media un abismo. El Barcelona, a lo largo de su historia, se ha caracterizado por crear figuras, no por comprarlas. Aquí se hicieron Messi, Xavi, Rilvado, Figo, Ronaldo, Ronaldinho... Todos ellos crecieron en el club. Los que vinieron consagrados como Ibrahimovic o Henry no funcionaron como se esperaba.
El Barcelona tiene jugadores jóvenes que pueden ser esos iconos que necesita el club. Ansu Fati, Pedri, Dembélé, Gavi... Futbolistas que deben explotar en el Barcelona y convertirse en los grandes ídolos del barcelonismo en los próximos años. Y viendo cómo está la economía del club, mejor crear que comprar porque su llegada a los aficionados es infinitamente superior.