El próximo martes 4 de julio, en menos de una semana, la pretemporada del Betis echa a andar. Una parte importante de la plantilla, a excepción de los internacionales que han disputado partidos con sus selecciones en estas últimas semanas, está citada para las habituales pruebas médicas previas al desplazamiento que 24 horas después llevará a cabo el conjunto verdiblanco hacia Wolfsburgo, donde realizará su primer 'stage' veraniego. Pero a día de hoy, aún no es seguro que los que probablemente terminen convirtiéndose en sus dos primeros fichajes para el nuevo curso puedan estar ya con el equipo.
Héctor Bellerín y Ayoze Pérez, objetivos prioritarios de la Dirección Deportiva que lidera Ramón Planes, necesitan que el club verdiblanco genere el espacio salarial necesario para poder formalizar sus respectivas contrataciones. En el caso del lateral, con un acuerdo total desde hace varias semanas; y en el del delantero, con unas negociaciones que avanzan a buen ritmo y que, si nada se tuerce, deberían fructificar en breve para que Pellegrini pueda seguir contando con uno de los jugadores clave de su sistema.
Hasta el momento, los únicos movimientos del Betis en este sentido han sido las salidas de Joaquín y Víctor Ruiz, que terminaban contrato y por tanto no generaban ahorros, y del propio Ayoze, cuya cesión expira el 30 de junio. Así que los verdiblancos necesitan o una inyección de capital para mejorar su situación respecto al límite salarial de LaLiga o generar margen en forma de traspasos o contención de gasto en sueldos para poder realizar nuevas incorporaciones a su plantilla.
William Carvalho, rescisiones y alguna venta más
Una ingeniería financiera que pasa, por ejemplo, por la salida del portugués William Carvalho rumbo a Arabia Saudí, cifrada en una cantidad baja en su cláusula, pero que generaría un notable ahorro salarial al contar con una de las fichas más altas de la plantilla. Por la marcha de jugadores como Montoya o Loren, que no cuentan para el Ingeniero, siempre que no sea abonándoles el año completo que les resta de contrato. O por alguna venta, en especial de futbolistas que dejen una plusvalía o ahorro en sueldos importante.
Hasta que eso se produzca, el Betis no tiene garantizada la posibilidad de inscribir a Bellerín o Ayoze, que esperan pacientemente, más en el caso del lateral, con un acuerdo total, que en el del delantero, cuyo contrato aún se negocia, el momento para convertirse de nuevo en jugadores del Betis a todos los efectos, con contratos de larga duración (cuatro temporadas cada uno). Una oficialidad que le permita arrancar lo antes posible la pretemporada con el grupo. El objetivo sigue siendo el 4 de julio, pero depende de las salidas en los próximos días.