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Antonio Barragán, retirado ya del fútbol, contrajo matrimonio ayer en Sevilla con Marina Rodríguez, en la famosa Capilla de los Marineros de Triana, donde estuvo acompañado por familiares, amigos y por una representación de jugadores del Betis con los que coincidió durante su etapa como verdiblanco y con los que forjó una gran amistad. Un día especial para el lateral nacido en Galicia, pero criado en Sevilla, al que no faltó Joaquín.
El eterno capitán del Betis hizo un alto en sus vacaciones en Ibiza para estar presente en el día más especial para su amigo Antonio. Allí estuvo acompañado, entre otros, por Cristan Tello, en España de descanso tras finalizar la temporada con el Al-Fateh saudí al que llegó tras una temporada en Estados Unidos, por Víctor Camarasa, recién renovado por el Oviedo después de regresar con éxito a los terrenos de juego tras su lesión, y por Martín Montoya, integrante del actual plantel verdiblanco.
Barragán decidió colgar las botas el pasado mes de febrero después de una larga trayectoria profesional que le llevó por clubes como Sevilla, Liverpool, Deportivo de La Coruña, Valladolid, Valencia, Middlesbrough y Elche, además del Betis, al que hizo una mención especial en su carta de despedida. "Mis colores, mi sentimiento, el equipo de mis amores, el Real Betis Balompié. No hay mayor recompensa que vestir los colores que amas. Allí pasé los mejores tres años de mi carrera en los que disfruté de mi afición, de mi ciudad y de mi gente", dijo Antonio, que ayer recibió el cariño de una representación de sus excompañeros en el club.
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