El debut ante Osasuna y la alineación presentada por Rafa Benítez, en su estreno en el banquillo de Balaídos, han evidenciado algo que se intuía, el Celta no ha mejorado la plantilla de la temporada pasada, que ya se salvó de forma agónica en la última jornada. El club dispone de dos semanas y media para realizar, al menos, tres incorporaciones.
Dos parecen especialmente urgentes. El equipo necesita un mediocentro que intereprete el estilo que propone Benítez, un medio de contención que pueda adaptarse a medios de un perfil más ofensivo como Hugo Sotelo o Dotor.
Otro puesto prioritario para ser reforzado es el de delantero. Al Celta le falta mucho gol. Con Iago Aspas con un año más de edad y Larsen peleado con la portería contraria, Benítez optó por finalizar el partido ante Osasuna con Swedberg y Gabri Veiga en punta, antes que darle minutos a Paciencia.
A su vez, se busca un portero que aumente la competencia en la meta con Iván Villar, ya que se desconoce cómo saldrá Marchesín de la lesión de larga duración que ha sufrido los últimos meses.
Después del encuentro del domingo, también ofrece serias dudas el lateral izquierdo. El único jugador específico para este puesto, y uno de los fichajes de esta temporada, Manu Sánchez, fue suplente. Benítez optó por Cervi, que volvió a ofrecer carencias en esta demarcación.
Con el dinero que se espera ingresar por el traspaso de Gabri Veiga, tiene trabajo por delante Luis Campos y sin margen de error, después de los cometidos el pasado verano.