El Chelsea, remontando en la segunda parte un marcador adverso, ha frustrado el sueño del Betis de lograr esta noche en Breslavia su primer título continental. Lo intentaron los verdiblancos, con un primer tiempo primoroso y un gol de Abde que les hizo acariciar el título, pero el poderío del transatlántico inglés y su plantilla de más de 900 millones terminaron imponiendo su particular lógica de la mano de un Cole Palmer estratosférico con goles de Enzo Fernández, Jackson, Jadon Sancho y Caicedo para un 1-4 final.
La historia no quiso que la de Polonia fuera la final en la que el equipo de la Avenida de la Palmera estrenara su palmarés continental. Pero el paso adelante de los de Pellegrini en los últimos años invita al optimismo. El 'manquepierda', la fidelidad en las buenas y en las malas de la afición verdiblanca con su equipo, cobra hoy más sentido que nunca porque el Betis lo dio todo y, aunque el título se le haya escapado, está cada vez más cerca de poder conseguirlo...
La magia de Isco apareció primero
En las finales, esos partidos únicos por el ambiente, la tensión, los nervios y, sobre todo, porque deciden los títulos, es donde los grandes futbolistas, los que brillan de verdad, marcan la diferencia. Y en el Betis, ese perfil responde al nombre de Isco Alarcón. Ni diez minutos necesitó el malagueño para romper la final con un pase de esos que sólo son capaces de ver los futbolistas de su talento.
Antony, con un remate de cabeza desviado, y Palmer, tras una gran acción individual que finalizó con un punterazo que paró Adrián, habían protagonizado los primeros acercamientos. Pero fue en una mala salida de balón desde atrás del Chelsea cuando el de Arroyo de la Miel hizo su magia. Fornals interceptó la pelota, Isco la recogió y vio el hueco donde parecía no haberlo para asistir a Abde, que definió con la zurda a la red para abrir le marcador.
Lejos de reaccionar, los de Maresca acusaron el golpe hasta el punto de salvarse del segundo de milagro en dos ocasiones. Primero, en una arrancada de Bartra que, tras hacer la pared con Bakambu, intentó sorprender a Jorgensen por arriba. Reaccionó bien el sueco. Y después, en un jugadón de Abde que dejó sólo a Cardoso para marcar... pero su remate rozó en un defensa y se fue a córner. Manos a la cabeza de Pellegrini en la banda.
Más de media hora tardaron los londinenses en dar cierta sensación de peligro. Lo hicieron un remate de Pedro Neto que no encontró portería. Las arrancadas de Madueke y la zurda de Palmer parecían ser sus únicas armas ofensivas ante un Betis que tenía la final bajo control bajo la batuta de un Isco al que, a estas alturas de partido, ya sólo podían parar con faltas, alguna muy dura, como la de Caicedo al filo del descanso.
Palmer marcó la diferencia
El 1-0 al descanso activó todas las alarmas en el conjunto londinense y la charla de Maresca en el vestuario tuvo un efecto prácticamente inmediato en su equipo, que salió al segundo tiempo dispuesto a cambiar de inmediato la dinámica del partido. Los verdiblancos seguían a lo suyo, pero la intensidad de los futbolistas del Chelsea en cada disputa poco o nada tenía que ver con la que habían mostrado en los primeros 45 minutos.
Pellegrini tuvo que dar entrada a Perraud en el descanso por lesión de Ricardo. Y nada más arrancar el segundo acto, fue Abde el que cayó, dando paso a Jesús Rodríguez. Momento que los ingleses aprovecharon para intentar atacar uno de los puntos débiles del Betis: los centros laterales y el balón parado. Jackson se jugó la cabeza ante Adrián y Reece James, que había entrado en el intermedio, buscó el empate en un potente remate que bloqueó Natan. Primer aviso serio.
La tensión podía cortarse en el ambiente y el técnico italiano del Chelsea no tardó en quemar las naves con Jadon Sancho y Colwill. La práctica totalidad de su unidad A, la que le ha llevado a la Champions en la Premier, a escena. Y ahí, en otro momento donde las estrellas deciden, apareció la zurda de Cole Palmer... Arrancada por la derecha, recorte hacia dentro y toque exquisito con la zurda para que Enzo, entrando desde atrás, sólo tuviera que poner la cabeza para hacer el empate.
Ahora eran los 'blues' los que tenían una marcha más. Y al menor intento del Betis de atacar, salían a la contra como flechas. Pero no fue con velocidad sino con talento como le dieron la vuelta al marcador. Cómo no, el de Palmer... Pisó el balón junto al costado derecho del área, de espaldas a portería, se giró dejando atrás a Jesús, algo indolente, apuró línea de fondo y puso un centro que Jackson, rematando con una parte indefinida entre el pecho y el hombro, completó la remontada.
El senegalés tuvo en sus botas el gol de la sentencia en una contra tremenda en la que corrió cuarenta metros solo hasta el área y terminó dando un errático último toque de balón para que Adrián llegara antes de que él pudiera rematar. Pero finalmente fue Jadon Sancho, aprovechando un error de Sabaly en el área, el que con un derechazo al palo largo finiquitó la final. Poco importó ya el 4-1, de Caicedo en el añadido. El Chelsea había impuesto su lógica para llevarse la Conference ante un Betis que, como su afición, fue un ejemplo de entrega. Tocará seguir intentándolo...
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