Lucas 'Pela' Aveldaño (Rafaela, 1985) es una de las razones por las que el Andratx sigue creciendo y haciendo historia en la Copa. El central argentino, aunque también con pasaporte italiano, ha militado en clubes de la talla de Real Mallorca -donde fue capitán en el año del centenario- o Tenerife. Ahora disfruta de una etapa diferente, en el Andratx, donde vive una segunda juventud. El veterano futbolista tiene la suerte de haber podido vivir del fútbol durante toda su vida. Desde sus inicios en el Atlético Rafaela o Belgrano en Argentina, hasta llegar a Mallorca, donde jugó una sola temporada. Tiempo suficiente para decidir que, una vez colgadas las botas, iniciaría su siguiente aventura: la de emprender y acabar regentando tres restaurantes.
Segunda Regional
El central argentino, de 38 años, hace año y medio estaba en su casa iniciando la difícil etapa de convivir con ya no ser futbolista profesional. Colgó las botas tras un año en el Tudelano, pero el gusanillo siempre está presente. Y lo comprobó tras una llamada de unos amigos que acababan de fundar el Club Atlético Aldosivi de Mallorca (en honor al Aldosivi argentino) que probaron suerte para que el 'Pela' formase parte de un equipo compuesto por argentinos que llenan las gradas de un campo de Regional. Querían a Aveldaño como buque insignia para arrancar desde la última categoría, y lo consiguieron, aunque por cuatro meses.
El 'Pela' reconoce que su intención al instalarse en Palma era dedicarse a sus proyectos profesionalesy no al fútbol, pero el gusanillo hizo mella y al final pasa lo que pasa. "Fue impensado, la gente me decía que estaba loco porque realmente lo había dejado". Y ahora combina las dos cosas. "Decidí quedarme en Mallorca por lo profesional, y al final acabé firmando por el Aldosivi para continuar ligado al fútbol. Mi intención era jugar para disfrutar y divertirme en una categoría que es puramente amateur como la Segunda Regional", reconoce.
Una llamada lo cambió todo
Cuando jugaba con sus compatriotas en el Molinar, llegó la llamada que le hizo replantearse todo. "A los cuatro meses me llamó José Contreras (entrenador del Andratx) para decirme que me querían fichar, que les echase una mano. Al final me convencieron y fiché en enero de este año. El objetivo era ascender (a Segunda RFEF) y lo conseguimos. Me gustó la iniciativa, el proyecto... y aquí estamos. Jugando en una categoría semiprofesional y soñando con la Copa", explica.
Decidí quedarme en Mallorca por lo profesional, y al final acabé firmando por el Aldosivi para continuar ligado al fútbol
Aveldaño reconoce que es extraño retirarse y al año verse jugando ante un equipo que lo es todo y que juega la Champions como la Real, pero tampoco se sorprende, porque "en el fútbol en el momento más inesperado, vuelves a resurgir, a jugar otra vez". "Es lo bonito de este deporte", ite justo un día antes hacer limpieza de armario y comprobar que son 240 las camisetas que ha ido intercambiando con rivales a lo largo de su carrera.
Preguntado por cuál pedirá a los donostiarras, ite que habrá el famoso -y controvertido- sorteo entre la plantilla para dicho intercambio de camisetas. Aunque su hijo ya le ha hecho el encargo: quiere la zamarra de Oyarzabal. Todo, en otro día para la historia en Sa Plana, que sueña con la Copa.