Las ganas con las que se quedó la Real Sociedad de celebrar con su afición el título logrado en 2021 en un estadio de La Cartuja vacío, por la pandemia, son las que desde entonces llevan motivando a Imanol Alguacil y sus futbolistas para volver al duelo final por levantar el trofeo, algo que de lograrse tras eliminar al Real Madrid, con remontada en la semifinal, mejoraría sin duda el sabor agridulce que está dejando, hasta la fecha, esta temporada 2024-25 en la afición txuriurdin.
La Real no llega bien a la decisiva cita de esta noche, como lo dice la baja de Brais Méndez, uno de los mejores txuriurdin, el que otros futbolistas importantes como Aguerd, Sucic y Oyarzabal lleguen justitos físicamente, o el que ni el propio Take Kubo, el más destacado durante gran parte de este curso, atraviese por su mejor momento.
Tampoco es posible agarrarse a los resultados, con el triunfo ante el Valladolid cortando una racha de seis partidos sin ganar, con los pucelanos, el Leganés, el Espanyol y Osasuna, otros de la parte baja de la clasificación, además del Midjylland, como rivales derrotados en los últimos meses, o el año y pico sin remontar de los de Imanol, desde que el 9 de marzo de 2024 le diesen la vuelta a un 2-1 en Granada para vencer 2-3.
Del 3 de abril de 2021 al 26 de abril de 2025
Es evidente que un triunfo ante el Real Madrid y el pase a la final taparía todos esos malos datos acumulados y haría que este curso, en el que la Real se ha movido en LaLiga más lejos de los puestos europeos que en las campañas anteriores, se recordarse como el del sorpresón en el Bernabéu y el de la ilusión por volver a levantar un trofeo apenas cuatro años después de la última vez y, en esta ocasión, en una final con la afición txuriurdin en la grada.
Porque esa es la espina clavada que Imanol y sus futbolistas tienen desde el inolvidable 3 de abril de 2021, con el triunfo contra el Athletic, herida que escoció más tras ser el curso pasado eliminados en los penaltis por el Mallorca en Anoeta. Estar el 26 de abril de este año en La Cartuja lo cambiaría todo para bien.
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