La Real Sociedad disputará las semifinales de la Copa del Rey, tras eliminar ayer a Osasuna, al que ganó gracias a una genialidad de Barrenetxea y dos erorres muy graves de Sergio Herrera, en el segundo gol, y Catena, que a la media horas vio una tarjeta roja evitable y le puso la remontada mucho más complicada a su equipo con un futbolista menos.
Real y Osasuna salieron con dos equipos titulares muy parecidos a los del domingo en LaLiga, con Aritz, Aihen y Pablo Marín de caras nuevas en los locales e Iker Muñoz como la única en los visitantes, que tuvieron la primera ocasión clara, en las botas de un Budimir que llegó muy forzado a la falta colgada al área. La segunda oportunidad también fue rojilla, en un córner ensayado que salió casi a la perfección, ya que Aimar Oroz remató sólo desde la frontal y el balón salió a centímetros del poste derecho de Remiro. Los rojillos eran muy superiores, perdonaron y lo pagaron, ya que en la primera que tuvieron los locales no perdonaron, en una acción de muchísima calidad de Barrenetxea, tanto en el control como en la definición.
Los de Vicente Moreno reaccionaron bien, con Iker Muñoz comprometiendo a Remiro con un derechazo desde la frontal, pero con lo que no contaba el entrenador valenciano era con un fallo de Sergio Herrera en la salida de balón que aprovechó Pablo Marín para robar el balón, que cayó en las botas del más listo, Oyarzabal, que atrajo a los defensas y asistió a Brais Méndez, que marcó a puerta vacía.
Por si fuera poco, Catena midió mal y le dio una patada al gallego de la Real en la cabeza que le llevó a los vestuarios a la media hora, al ver la roja, tras llamar el VAR a Melero. Con 2-0 y el rival con 10 futbolistas, las semifinales eran ya casi para la Real, sobre todo cuando una volea de Aimar no encontró la escuadra por muy poco, antes de un descanso al que se llegó con un buen disparo de Kubo y los visitantes pidiendo la segunda amarilla para Oyarzabal.
La Real pudo sentenciar más tras el paso por los vestuarios, pero a Aguerd se le fue un remate alto, al igual que a Pablo Marín y Sergio Gómez minutos más tarde. Osasuna intentó estirarse, sobre todo tras la entrada de Bryan Zaragoza, pero el conjunto txuriurdin se defendió bien y amarró un pase a semifinales que celebró por todo lo alto.
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