Eder Sarabia, ante su gran oportunidad

Éder Sarabia tiene 43 años. Así que, dentro del gremio de los entrenadores, es considerado realmente joven. En la categoría sólo cuatro entrenadores nacieron antes que el técnico vasco: Guillermo Abascal (Granada), Alessio Lisci (Mirandés), Rubén Albés (Sporting) y José Alberto López (Racing de Santander).

Sin embargo, a pesar de su 'corta' edad, Éder Sarabia ya tiene tres años de experiencia como entrenador, dos de ellos en Segunda División. Estas campañas en la LFP del que era segundo entrenador de Quique Setién en el Barcelona fueron en el Andorra, equipo propiedad de Gerard Piqué llegó a la categoría como uno de los clubes más humildes de Segunda. Un recién ascendido que militaba por primera vez en su historia en el fútbol profesional.

Debut y revelación

En su primera temporada en la categoría de plata, el equipo del Principado de Andorra fue una de las grandes revelaciones de Segunda. Se quedó a sólo un puesto de entrar en las posiciones de 'playoff' y destacó por su juego posicional, ofensivo y de toque, poco común en la división.

El club tricolor fue esa temporada el sexto equipo más goleador de la categoría. Pero la siguiente campaña, con bajas sensibles como Sinan Bakis, su máximo goleador, o Mika Mármol, que ha sido uno de los centrales revelación en Primera esta temporada, el Andorra sufrió y, desde prácticamente el comienzo de la temporada, el equipo de Sarabia estuvo peleando por no descender a Primera RFEF. Finalmente, el técnico fue destituido cuando el equipo era colista de la competición y necesitaba recortar 4 puntos para salir del descenso.

Tras su cese, el equipo pareció retomar el vuelo, pero finalmente acabó descendiendo en la 21º posición con 43 puntos quedándose a seis puntos del Mirandés, que fue el 18º clasificado.

Ahora, Sarabia dirigirá por primera vez a un equipo que tiene por objetivo a corto plazo luchar por el ascenso, ya sea de forma directa o a través del 'playoff'. Llega a un equipo que encaja, a priori, con su filosofía de juego. Con Beccacece en el banquillo, los ilicitanos desplegaron un juego propositivo, ofensivo y con gusto por controlar la posesión, pero pagaron la fragilidad defensiva, la falta de un '9' goleador y una irregularidad que les dejó sin opciones de 'playoff' en la recta final.

Por lo tanto, Sarabia no tendrá que hacer una revolución total en el estilo de juego de los del Martínez Valero, sino que sólo necesitará adaptarse a las nuevas piezas con las que cuenta, en principio, de mayor nivel que las que tenía en Andorra. Contará con grandes jugadores de la categoría, que apuntan a ser parte de la columna vertebral del Elche como Nico Fernández, Nico Castro u Oscar Plano.

Por el momento, en este mercado de verano el Elche se ha movido poco y ha perdido alguna pieza importante como Tete Morente, pero aún así el club, al haber descendido recientemente, mantiene el 'status' de ser uno de los grandes candidatos al ascenso.