- Estadísticas Así vivimos el Francia-Polonia
Francia se condenó a un calvario por su talante conservador. Tiró casi toda la primera parte, sólo estimulada por los chispazos de un Mbappé muy por encima de su equipo pese a la máscara. Kylian rompió el bloqueo francés ante la portería contraria de penalti en la segunda parte, pero la respuesta de Lewandowski, en un error de Upamecano, lleva a los galos al lado más complicado del cuadro. El de Alemania. El de España. Agárrense que vienen curvas.
A Deschamps le sacuden en su país por el pobre nivel de juego, con razón. Tal vez por ello agitó el equipo, no sin polémica. Prefirió apostar por Kanté como interior para mantener su muro central y sacrificó a Antonie Griezmann, su futbolista más creativo, así que se podía sospechar lo que estaba por ocurrir. Todo se reducía a trasladar la pelota a los puntas, especialmente Mbappé, para que inventaran algo. Y como son tan buenos, le pudo salir bien. Pero jugar, lo que se dice jugar, Francia jugó entre poco y nada.
Tuvo ocasiones en la primera parte, claro. Después de media hora espantosa, con Kanté sirviendo a Dembélé un mano a mano, se estrelló con la sorpresa del día. Ya eliminados, el seleccionador polaco dio la alternativa a Lukasz Skorupski en lugar del eterno Szczesny, y el meta del Bolonia ofreció un recital. Tapó aquella de Ousmane haciéndose grande, y sacó dos mano a mano con Mbappé prodigiosos, especialmente el primero, desviando con el guante el remate cruzado del astro parisino.
Es cierto que Francia se activó tras la pausa por el calor. Que en Alemania también aprieta lo suyo. Por la izquierda, una y otra vez, con Barcola aportando en un rato mucho más de lo que había generado Thuram en dos partidos, y Theo entrando a la espalda. El camino parecía claro, y más tras la pausa, con dos arrancadas de Mbappé hacia el centro que conjuró de nuevo Skorupski. Nada pudo hacer el meta cuando Dembélé arrancó por derecha y sacó el penalti a Kiwior, que no midió. Mbappé se fue al punto de penalti, transformó por la derecha y se quitó la máscara de zorro para celebrar el tanto que, en ese momento, hacía líder a Francia.
A Lewandowski se le había visto poco.Tuvo un cabezazo en el primer tiempo, desviado por Saliba cuando buscaba el palo, y fue quien cambió el partido tras robar una pelota a Tchouaméni y rematar desviado. Polonia se dio cuenta de que no tenía nada que perder y podía hacer daño, especialmente si buscaba los puntos débiles de Francia. Ninguno tan flojo como Upamecano,que cometió un penalti absurdo. Lo vio el VAR, y lo tiró Lewandowski con esa paradiña suya, al borde de la ilegalidad, que descoloca a los porteros. Maignan paró primero, pero se había adelantado. Repetición. Gol.
Se descompuso unos minutos Francia, sin centro del campo pese a la entrada de Camavinga. Se habían ido Rabiot y Kanté, y Tchouaméni estaba tieso. Con Griezmann y Giroud en el verde, más Kolo Muani por Dembélé, no hubo demasiadas opciones de gol francés, poco fútbol para tanto potencial. La racanería tiene un precio, y ese es ir por el lado más complicado del cuadro. El de España. Para ganar un torneo hay que estar preparados para ganar a los mejores.
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