El CTA, máximo organismo que controla la labor de los árbitros, se plantea activar medidas legales contra el juez Aguirre, después de que en su auto afirmará que "no significa que todos y cada uno de los árbitros fueran corruptos, pero sí un grupo de ellos". Según ha adelantado La Ser y ha podido confirmar MARCA, desde el Comité Técnico De Árbitros consideran esta afirmación una de las más graves que se han vertido contra el colectivo.
No significa que todos y cada uno de los árbitros fueran corruptos, pero sí un grupo de ellos
Toda esta información ha sido pública después de conocerse la imputación a Joan Laporta, presidente del Barcelona. El juez del 'caso Negreira' acordó el pasado miércoles imputar al presidente del Barça, Joan Laporta, al concluir que los pagos al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) efectuados entre 2008 y 2010, durante su anterior mandato, no han prescrito porque constituyen un delito de cohecho continuado.
En ese auto, el titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, acuerda investigar a Laporta y a los de su junta directiva con responsabilidad en los pagos, que se suman así los otros dos expresidentes del club imputados, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu.
Malestar entre los árbitros por esa afirmación
Hasta ahora, no se han encontrado indicios que ayuden a relacionar los pagos a Enríquez Negreira con ayudas arbitrales recibidas por el club catalán. Aún así, a través del auto, el juez Aguirre considera que "tuvieron por fuerza que beneficiar al FC Barcelona en detrimento del resto de clubes de la Liga de Primera División o de sus rivales en la Copa del Rey".
"Se deduce también que los pagos produjeron los efectos arbitrales deseados por el Barcelona, de tal manera que debió existir una desigualdad en el trato con otros equipos y la consiguiente corrupción sistémica en el conjunto del arbitraje español", explica también el auto sobre los pagos del Barcelona al exvicepresidente de los árbitros. Veremos si el CTA en su conjunto o algún árbitro de forma individual levantan la voz por lo que consideran una afirmación grave.