Inglaterra se llevó la primera edición de la 'Finalissima' al ganar a Brasil en los penaltis (1-1, 3-1) en un partido disputado en el estadio de Wembley ante 83.132 espectadores. El campeón de Europa se impuso al campeón de América y se reivindica como favorito al título mundial este verano en Australia y Nueva Zelanda.
Las dos selecciones pusieron sus cartas sobre la mesa nada más arrancar el partido. Inglaterra quiso llevar la batuta del partido desde el pitido inicial y lo hizo gracias a la intensidad y velocidad de juego puesta en marcha. Brasil, que apostó por una defensa de cinco y sacar el escudo antes que la espada, dejó a Geyse como una isla para que se peleara con el mundo.
Las locales maduraron sus opciones hasta que llegó el primer gol. Bronze, que ya lo había intentando con un disparo desde la frontal, aceleró una jugada colectiva por banda derecha para conectar con Toone que coló el balón en la jaula con un potente derechazo.
El gol no cambió el signo del partido, sino que acrecentó las diferencias entre ambos equipos. Anularon un gol a James tras una nueva jugada de tiralíneas -por fuera de juego- que hubiera sido la puntilla, y entre ella y Hemp hicieron diabluras entre líneas. Aún con todo, se llegó al descanso sólo con un tanto en el luminoso.
La segunda parte trajo consigo otra Brasil mucho menos especulativa y más atrevida que sorprendió a Inglaterra. La tuvo Borges para empatar en un remate a bocajarro en el que se llenó de balón sin poder empalarlo correctamente. Luego Geyse, cuyo disparo en la frontal fue tocado por Earps antes de toparse con el larguero.
Los cambios ayudaron a Inglaterra a enfriar el partido y oxigenar el juego, si bien los últimos minutos el partido se convirtió en un correcalles. Sundhage metió toda la pólvora posible sobre el verde y acabó encontrando rédito en el minuto 93 con el gol de Andressa, que aprovechó una mala atajada de Earps para anotar un tanto de auténtica cazagoles.
El título tuvo que resolverse en la tanda de penaltis. Anotaron Stanway, Daly, Greenwood y Kelly; Earps paró el lanzamiento de Tamires y Rafaelle estrelló el suyo en el larguero para dar pie a un nuevo título de las Lionesses.
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