Se estaba disputando la final de la Kings Cup de Arabia Saudí entre el Al-Ittihad y el Al-Shabab de Ever Banega en la tanda de penaltis cuando tuvo lugar una imagen que empieza a ser cada vez más recurrente en un terreno de juego y que no gusta demasiado al tratarse de una falta de respeto.
El lanzamiento del penalti decisivo correspondía a la estrella del Al-Shabab, el argentino Ever Banega que fue provocado por el meta rival, el brasileño Marcelo Grohe que no se conformó con provocar al argentino momentos antes del lanzamiento si no que una vez que Banega falló no dudar en ir a celebrarlo delante suya faltándole el respeto hasta el punto que todos los compañeros de Banega se terminaron enfrentando con él.