En el partido entre el KV Mechelen y el Charleroi, se vivió una de esas entradas que deberían estar prohibidas incluso en un ring de lucha libre por la violencia con la que se ha llevado a cabo.
Roob Schoofs en el minuto 40 se lanzaba al suelo deslizándose llegando excesivamente tarde y golpeaba a un rival de forma violenta. La reacción del árbitro fue rotunda, falta y tarjeta roca al infractor.
La sorpresa vino después, cuando a pesar de la violencia de la entrada, el jugador expulsado se sorprendía por la decisión del árbitro y protestaba la acción.
En ese momento el partido marchaba con 2-0 a favor de su equipo que terminó sufriendo el jugar con 10 y vio como el Charleroi le empataba el partido con dos goles en tan solo un minuto.