Se ha escrito mucho de Mario Alberto Kempes (Bell Ville, Argentina, 1954), héroe en el primer mundial de la albiceleste (1978) y leyenda del Valencia, en España. Pero siempre hay alguna historia desconocida o que no se ha contado del todo. El exjugador argentino, comentarista en la cadena ESPN, ganó dos veces el trofeo Pichichi con el Valencia (1976-77 u 1977-78 y fue máximo goleador (6 tantos) del Mundial Argentina 78, incluidas dos dianas en la final ante Países Bajos. Pero poca gente sabe que fue una ‘amenaza’ de su madre la que provocó un cambio de posición en el terreno de juego cuando era un niño para terminar convirtiéndose en un delantero legendario.
El exjugador ha recordado en una entrevista que fue la impaciencia de su madre la que adelantó su demarcación habitual, cuando militaba en un equipo de su pueblo. Kempes recuerda en una entrevista en La Capital, de Argentina, que heredó de su padre la posición de cinco, centrocampista. Pero en un equipo de su Bel Ville natal ya había otro chico en esa posición: “Estuve un año sentado en el banco al lado del técnico. No me ponía y un día mi vieja le dijo: ‘Bueno, se acabó acá, o me lo pone o me lo llevo para otro lado’”. Y así fue como, para no quitar al centrocampista titular, lo ubicó en una posición que era casi como extremo izquierdo: “A medida que fueron pasando los partidos me encontraba mucho mejor, hacía goles, pero apareció también otro puntero izquierdo. Así que me bajó un par de metros. Y ahí fue cuando mejor me sentí, disfrutaba como siempre y hacía goles. Pero mi función era de cinco”.
“No me ponía [el entrenador] y un día mi vieja le dijo: ‘Bueno, se acabó acá, o me lo pone o me lo llevo para otro lado’
En esta conversación en La Capital, Kempes recuerda que su padre no quería que se dedicara al fútbol: “La idea de mi viejo era que fuera perito mercantil. De chico tuve un paso por Montevideo. Iban a Europa a unos amistosos y me invitaron, pero mi viejo me dijo: ‘Primero terminá el secundario y después veremos’. Y a las dos semanas me fui a probar a Instituto. Ahí empecé”.
Así es. Kempes se hizo un nombre en Argentina en las filas del club cordobés de donde lo fichó Rosario Central, en 1974. Después de tres cursos haciendo goles sin parar recibió la visita de Pasieguito, secretario técnico del Valencia: “El director deportivo que vino de Valencia ni me había visto jugar. Sólo me conocía por la revista El Gráfico. Cuando llegué a Valencia, a los tres partidos me querían devolver. No es porque Argentina era diferente a Europa, pero claro, tenía nuevos compañeros, nueva forma de entrenar... Me costó un mes y medio”.
El director deportivo que vino de Valencia ni me había visto jugar. Sólo me conocía por la revista El Gráfico
Esta parte de la entrevista da pie a recordar una historia que no por ser conocida y a la que ya se ha referido antes, no deja de ser sorprendente: su traspaso al Valencia se hizo por votación a cambio de medio millón de euros, de los de 1976. “En la consulta popular salió el sí y me fui. Pero son esas oportunidades que hay que aprovechar. Como siempre digo, el tren no pasa dos veces por la misma vía. Central iba a recoger buen dinero. Yo iba a cambiar de aire y a probar suerte en otro lado”.
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