La victoria del Getafe frente a Osasuna supone un golpe encima de la mesa para los intereses azulones. El conjunto getafense logró tres puntos vitales en la lucha por el objetivo frente a un siempre correoso Osasuna al que no es, ni mucho menos, endosarle tres tantos como hicieron los pupilos de José Bordalás.
Y está empezando a ser costumbre para el equipo del alicantino eso de sumar en casa. Desde que el técnico regresó a Getafe, los azulones no conocen la derrota en su feudo, sumando cuatro victorias y dos empates -uno frente al Barça- en un Coliseum Alfonso Pérez rendido a los pies de Bordalás. Seis encuentros que se traducen en 14 puntos de 18 posibles. Una verdadera hazaña, sobre todo, viendo del lugar en el que venían los del siur de la Comunidad de Madrid.
"Si ganamos todo en casa seguro que vamos a hacer una temporada increíble. Perdóname que sonría, lo firmaría, sería tremendo", afirmaba el entrenador, con una sonrisa que se le escapaba al escuchar, precisamente, esos datos que reafirman la figura del técnico en un lugar en dónde incluso se podían encontrar en los aledaños carteles con su rostro durante los días previos en toda la localidad. 'Bordalismo' en estado puro.
Lo que se le viene ahora a los azulones se tilda, cuanto menos, de batalla compleja. El Getafe se enfrentará fuera de casa en apenas tres días a Real Sociedad y Athletic, cerrando el mes, de nuevo, en su feudo frente al Villarreal de Pacheta.
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