Con el descenso, el movimiento más lógico hubiese sido apostar por un entrenador con experiencia, curtido en las inclemencias de una categoría como Segunda, pero el Granada ha decidido arriesgar, otorgándole los mandos de la nave nazarí a Guille Abascal, que desde hoy se convierte en nuevo técnico del conjunto rojiblanco.
El sevillano es una apuesta personal de Matteo Tognozzi y se compromete con el conjunto andaluz por una temporada, prorrogable en caso de conseguir el ascenso a la máxima categoría, todo un reto para Abascal, que intentará cosechar éxitos como técnico rojiblanco.
Abascal, que no cuenta con experiencia en banquillos nacionales, ha cincelado su carrera fuera de nuestras fronteras, pasando por clubes como el Chiasso, el Lugano, Ascoli, Basilea y Spartak de Moscú, su anterior destino antes de aceptar la oferta del Granada y tomar el timón rojiblanco.
El técnico andaluz comenzó su carrera en las categorías inferiores del Sevilla, siendo, posteriormente, analista de vídeo para Unai Emery en el conjunto del Pizjuán. Tras abandonar el club de su tierra, Abascal hizo las maletas para acumular horas de vuelo en diferentes banquillos.
A sus 35 años, una juventud poco común para banquillos tan exigentes como el del Granada, Abascal intentará imprimir su sello al conjunto rojiblanco, necesitado de un líder que pueda armar un proyecto competitivo, capaz de pelear por el ascenso.
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