La salida de Rúben Amorim había sumido al Sporting en un profundo mal de amores llegando a perder el liderato antes de recibir a Benfica en el Derby da Capital. Sin embargo, Rui Borges comenzó a escribir su propia historia en el Alvalade debutando con victoria (1-0) para recuperar la primera plaza -compartida con el Oporto- para ponerle punto y final a un 2024 que ha tenido un final mucho más turbulento de lo esperado para los 'leones' de Lisboa.
Rui Borges dejó claro desde el primer momento que quiere construir su propio camino y desligarse del fantasma de Rúben Amorim que sigue vagando por un Alvalade que, en la previa, le dedicó un sentido homenaje a Nani tras anunciar su retirada. El mayor ejemplo fue que renunció a la clásica línea de tres del actual técnico del Manchester United, y a la que dio continuidad Joao Pereira, para instalar un 1-4-2-3-1 mucho más pragmático.
Un dibujo del que ha hecho gala en Vitoria Guimaraes... pero que desconcertó a un Benfica al que le costó entrar al partido. El Sporting comenzó a coleccionar ocasiones y Geovany Quenda, que hoy actuó a pie natural partiendo desde banda izquierdo, tuvo el primero en un remate a bocajarro que desbarató Trubin. El ucraniano, eso sí, no pudo hacer nada para salvar el 1-0 de Geny Catamo en el 29' desde dentro del área tras una sensacional jugada de Gyökeres.
A partir de entonces, el Sporting se mostró tremendamente sólido para torpedear el juego de un Benfica que, a excepción de un ajustado disparo de falta a cargo de Kökcü, apenas puso en apuros a Franco Israel. De hecho, mientras Gyökeres volvió a poner a prueba a Trubin con un potente disparo desde la frontal, Di María tuvo que abandonar la banda para intentar aclarar el panorama de las 'águilas'.
Bruno Lage hinca la rodilla
Bruno Lage reaccionó dando entrada a Leandro Barbeiro al descanso en lugar de Florentino Luís para que Kökcü estuviese más presente desde los primeros pases. Mejoró el Benfica, que pasó a adueñarse del partido, y tuvo la primera en un cabezazo del propio Barreiro que se marchó por encima del larguero... y la segunda en una tijereta de Amdouni con el mismo desenlace.
El Sporting, incapaz de salir de su propio campo, estaba tremendamente incómodo. Sin embargo, consiguieron resistir ante la constantes embestidas de un Benfica que (sin éxito) se fue con todo al ataque. Tanto, que Catamo y Gyökeres pudieron sentenciar en la recta final. No lo hicieron... pero tampoco tuvieron que lamentarlo, acabando así con una racha de 11 jornadas invictos desde la llegada de Bruno Lage a Da Luz. Inicio inmejorable para Rui Borges.
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