El choque del Málaga en Albacete fue de alta tensión. La que se vivió en la bronca de Pellicer a Luis Muñoz por su imperdonable expulsión, la que estuvo presente en la rueda de prensa después del partido entre ambos técnicos y la que tuvo lugar a pie de césped en la despedida de los jugadores blanquiazules del terreno de juego. Al Carlos Belmonte acudieron más de 400 aficionados malaguistas que salieron de madrugada para la ciudad manchega. Al terminar el encuentro, los futbolistas acudieron a la sección visitante del estadio a saludar a los seguidores boquerones.
Fue un momento en el que saltaron las chispas. Una parte de los desplazados no tendieron la mano al hecho. Se oyeron insultos y se increpó al equipo. N'Diaye fue uno de los más activos en la discusión hasta que Unai Bustinza acudió a separarlo del foco de los demás jugadores. No estuvo acertado tampoco Manolo Reina, que desafió con la mirada a algunos aficionados. El meta malagueño se acercó incluso a la valla de malas maneras lo que añadió más gasolina al asunto.
Otros de los integrantes de la plantilla que se han acercado fueron Ramalho, Rubén Castro, Fran Sol, Lago Junior y Genaro, que pedían disculpas a los aficionados desplazados. Javi Jiménez, Delmás, Cristián y Andrés Caro se situaban unos pasos por detrás de los antes mencionados. No se vio a Luis Muñoz.
Pellicer calmó los ánimos
Todo quedó en nada con la llegada de Sergio Pellicer. El de Nules tranquilizó los ánimos y puso fin al momento de tensión llevándose a los jugadores al túnel de vestuarios.El Málaga es penúltimo en la clasificación y en función de los resultados que se den en el resto de encuentros de la jornada, puede quedarse a ocho puntos de la permanencia.