Hasta la fecha, solo hay un entrenador que ha ganado dos Mundiales y además de forma consecutiva, Vittorio Pozzo, que alzó la Copa del Mundo en 1934 y 1938 con Italia. 86 años después, Didier Deschamps está a punto de repetir esta gesta con Francia aunque con un matiz importante, tendría tres Mudiales en lugar de dos puesto que hay que computarle el que ganó como jugador en 1998 con Les Bleus. De esta forma, el técnico sería el único junto a Pelé en levantar el trofeo tres veces. El mítico 10 de Brasil lo hizo siempre como jugador, en 1958, 1962 y con uno de los mejores equipos del mundo, el Brasil del 70.
Deschamps cogió la selección de Francia en el 2012. Con Les Bleus hay que computarle también una Liga de Naciones tras vencer en la final a España. En la otra gran competición, la Eurocopa, no podrá olvidar la final perdida en el mismo Stade de en 2016 ante Portugal. Es sin duda la competición que se le resiste, después de caer también en 2021 en los octavos ante Suiza. De hecho, uno de los motivos que podrían inclinar la balanza para que acepte renovar de forma automática su contrato es intentar un último asalto en la Euro de 2024.
En el Mundial, su gran logro hasta la fecha es la Copa del Mundo de 2018 en Rusia que venía a confirmar también la hegemonía de los galos en el fútbol puesto que desde 1998 ya han pisado la final en cuatro ocasiones con la presente. No hay que olvidar que cayeron ante Italia en 2006. La otra participación de Deschamps en la Copa del Mundo en 2014 se acabó en los cuartos de final tras caer contra la futura campeona, la Alemania de Löw (1-0), que se impuso a Argentina en la final (1-0).
Ganador y determinante
Tras ganar a Maruecos, Deschamps se convirtió en el segundo técnico más ganador en la historia de la Copa del Mundo con 14 triunfos conseguidos, igualando la marca del brasileño Luiz Felipe Scolari y situándose a dos del alemán Helmut Scholz, el que más tiene.
A Deschamps se le podrá discutir que no siempre ha hecho un fútbol vistoso, pero no se le puede negar su capacidad para sacar lo mejor de sus jugadores y amoldarlos a su idea. En Qatar tenía la complicada misión de rehacer un once con las bajas de Pogba, Kanté, Lucas o el propio Benzema, que era titular desde su regreso. Y dio con un equipo que sin ser dominador ha sabido ser determinante, sólido y demoledor en los últimos metros. El entrenador dio con la mezcla de veteranos de Rusia 2018 como Griezmann, Mbappé, Giroud, Varane y el capitán Lloris junto a juegadores en ascenso y jóvenes como Tchouaméni, Dembelé, Koundé, Upamecano o Theo.
Deschamps lleva ya 138 partidos dirigidos con Francia desde su debut en 2012, con 89 triunfos, 27 empates y 22 derrotas. Como seleccionador, Deschamps ha plasmado todo aquello que le dio resultados como jugador. Era un futbolista de equipo, aguerrido, cuya misión era trabajar por el equipo para hacer brillar a los solistas tanto en la Francia del 98 en la que fue capitán como en la Juventus. Entendió en Italia que ganar estaba por encima de todo. Entrenó después a Mónaco, Juve y Marsella antes de sustituir a Laurent Blanc en Francia.