El 11 de mayo de 2013, en Wembley, se produjo una de las mayores gestas que se recuerdan en la historia de la FA Cup. El Wigan de Roberto Martínez conquistó el único gran título de su historia al Manchester City (0-1) con un solitario gol de Ben Watson en el 91'.
Las alineaciones de City y Wigan. Fuente: WhoScored.
Una gesta que adquirió mayor relieve, si cabe, cuando, sólo tres días después, el Wigan perdía 4-1 con el Arsenal y consumaba su descenso a Segunda división. Se convertía, de este modo, en el primer equipo en ganar la FA Cup y descender en la misma temporada.
La temporada siguiente, sin ir más lejos, disputó la Europa League jugando en Segunda.Sin embargo, no ha vuelto a la Premier League. Han acumulado otros cuatro descensos, de Championship a League One, desde entonces, el último, que se consumó hace unos días, con Shaun Maloney, uno de los héroes de aquella Copa, como entrenador.
Roberto Martínez, aprovechando que se cumplen 10 años, ha rememorado la gesta en la 'BBC': "Tratamos de replicar lo que habíamos hecho en el último partido contra el City y tratar de ser, en esos 90 minutos, todo lo buenos que podíamos ser".
Tratamos de ser, en los 90 minutos, todo lo buenos que podíamos ser
Roberto Martínez
El plan que trazó el ahora seleccionador de Portugal salió 'a pedir de boca': "El gol llegó en el momento ideal. No quedaba mucho y fue importante tomar ventaja en ese momento, justo antes de que hiciéramos alguna que otra modificación [pensando en la prórroga]. Sin embargo, no pude disfrutar realmente el momento en el que el balón golpeó la red".
La fiesta se desató una vez que Andre Marriner pitó el final: "Es un sentimiento que no había tenido nunca y que estará conmigo el resto de mi vida".
Es un sentimiento que no había tenido nunca y que estará conmigo el resto de mi vida
Roberto Martínez
El gol de Ben Watson fue el epílogo perfecto: "Se había roto la pierna contra el Liverpool y parecía que no tendría tiempo de recuperarse. Es una de esas cosas que sólo pueden pasar en la FA Cup. Estoy seguro de que Ben, en su soledad, en el gimnasio, mientras se recuperaba y veía al equipo superar rondas, pensó: 'Ojalá pueda estar en la final".
Los españoles de aquel Wigan: Román Golobart, Ramis, Piscu, Joel Robles y Jordi Gómez.
"Que Ben fuera el goleador tenía todo el sentido del mundo", comenta Roberto Martínez haciendo alusión a Dave Whelan, expresidente, propietario y 'padre adoptivo' de 'Bob' en el Wigan: "Él se había roto la pierna jugando en Wembley con el Blackburn y por eso tenía todo el sentido del mundo que Ben Watson fuera el héroe".
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